Marta Perarnau, genes perfectos para triunfar en el fútbol y la Psicología
Con esos genes estaba cantado que el deporte acabaría siendo parte fundamental en su vida. Marta Perarnau (Manresa, 20 de abril de 1995) iba para atleta porque sus padres fueron estrellas en la pista. Su padre, Martí, fue olímpico (salto de altura) en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, y Loles Vives, la madre, fue la primera atleta española en bajar de los doce segundos en los 100 metros. Pero ya siendo una niña comenzó a mirar el balón con interés. Cuando tocó decidir qué deporte practicar profesionalmente, el fútbol ganó la batalla interior.
Durante un tiempo compaginó ambos deportes. Saltando obstáculos en la pista defendiendo los colores del F.C. Barcelona, con un balón sobre el césped. Con 14 años fichó por el Rayo Vallecano y entonces empezó a tener claro que debería elegir, no disponía de tiempo para compaginar ambas actividades porque los estudios eran de obligado cumplimiento. El atletismo le encantaba, pero su enorme pasión por el fútbol se impuso.
Ya instalada en la primera plantilla rayista, la defensa catalana analiza para ‘O11CE Metros’ su carrera deportiva, la influencia familiar en su trayectoria, también su faceta de estudiante de Psicología. Cuando era una niña entrenaba con su madre, mientras que su padre también estaba cerca, enseñando a la pequeña Marta los secretos de varias modalidades del atletismo. “Me gustaba mucho el atletismo, pero el fútbol entró en mi vida” y acabó imponiendo su ley, evoca la futbolista.
Con 6 años comenzó a engancharse al fútbol. El atletismo seguía siendo parte fundamental en su vida, pero el balón la fue atrapando poco a poco. Finalmente, llegó el momento de elegir y Marta no tuvo dudas. “Siempre me gustó el atletismo, pero además de ser muy sacrificado, es muy solitario, todo depende de ti misma, de tu esfuerzo, de tu dedicación”, explica la jugadora. “Estás sola en los entrenamientos y en las competiciones, mientras que en el fútbol se impone el colectivo, tu esfuerzo se mezcla con el de tus compañeras. Esto fue lo que me hizo decidirme por el fútbol”, subraya.
“El fútbol es lo más importante para mí, es lo que me hace vivir. Es un poco obsesivo, pero reconozco que es fundamental en mi día a día”, comenta Marta, que reconoce que “mi sueño por cumplir era ser integrante de la primera plantilla del Rayo Vallecano. Una vez alcanzado este objetivo, quiero más y me gustaría ganar un título con mi actual club”, resalta.
“Vivo el fútbol con mucha intensidad y me di cuenta de que la mente juega un papel fundamental en el deporte”, algo que le hizo por decantarse por la Psicología. Deja claro que “los estudios siempre han estado presentes en mi vida, pues desde que era pequeña mis padres me insistieron en que debía estudiar, que tenía que dedicarle esfuerzo y dedicación porque iba a ser clave en mi futuro”.
Tomó la decisión de dividir la carrera en más años, “lo que me permite compaginar estudios y deporte, ir a clase y asistir a los entrenamientos sin problemas”. Le queda mucha carrera deportiva por delante, pero su objetivo cuando cuelgue las botas es “seguir vinculada al mundo del fútbol y también asociarlo con la Psicología”.
Por ello, considera fundamental “la apuesta de AFE por la formación, es algo maravilloso porque nos ayuda mucho. Nos permite seguir estudiando sabiendo que puedes continuar con tu carrera deportiva. Tu día a día es más tranquilo con ese apoyo. “Una futbolista no puede estar sola porque nos vamos a enfrentar a problemas y por eso necesitamos de la ayuda de AFE”, enfatiza. “Las futbolistas votamos y elegimos a AFE para que nos represente en las negociaciones del Convenio Colectivo, algo muy necesario para el fútbol femenino”, remata.
No sólo disfruta en el campo, más si cabe cuando ve el tremendo despegue experimentado por el fútbol femenino en nuestro país. “Crece a pasos agigantados en España y es fácil de comprobar. No sólo se trata de que se televisen partidos, lo que me encanta es ver tantas niñas jugando por todas partes”, afirma Marta para acabar.