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El gran sueño americano de Celia Jiménez

Es un claro exponente, uno más, de la explosión del fútbol femenino en España. Una futbolista que ejemplifica a la perfección el auge del sector. Hizo historia al convertirse en la primera española en ser elegida en el draft de la National Women’s Soccer League (NWSL) y jugará en el Seattle Reign Football Club, uno de los clubes más potentes de la competición. Es el sueño americano de Celia Jiménez (Alcaudete, Jaén, 20 de junio de 1995), que es conocida en los Estados Unidos porque allí completó su formación académica y donde su valía como futbolista es muy reconocida tras su paso por varios clubes durante su etapa universitaria.

Conoce perfectamente el escenario, pues durante años compaginó sus estudios de ingeniería aeroespacial con el fútbol. En Iowa y Alabama su vida se desarrolló rodeada de libros, pero siempre con un balón por medio. Cuando selló su título universitario, jugó en el Seattle Sounders Women, ganando el título de la Women’s Premier Soccer League (WPSL) en 2018, tercera competición de fútbol femenino en Estados Unidos. Tras un paso por el Rosengard de Suecia, en este 2019 inicia una gran aventura en un lugar perfecto para desarrollarse como futbolista en la liga profesional estadounidense.

“Imaginarlo no, soñarlo sí”, reconoce Celia en conversación con ‘O11CE Metros’ al valorar su situación actual y recordar sus pensamientos cuando era una niña apasionada por el fútbol. “Desde pequeña me ha encantado el deporte y recuerdo que estaba deseando que sonara el timbre del colegio para ir a entrenar. Siempre supe que podía ser una oportunidad importante en mi vida. Soñaba, por ejemplo, con jugar en la Selección Española y al final mi deseo se hizo realidad”, subraya.

El carácter de su madre

No fue un trayecto sencillo, recuerda, “porque era la única chica que jugaba en el equipo” en sus inicios en Alcaudete. Evoca que “la persona más importante entonces, ahora y después es mi madre. Su carácter y su ejemplo han sido muy importantes para mí. Siempre ha estado a mi lado, en las buenas y en las malas. Es una persona que en todo momento me ha hecho reflexionar para sacar siempre conclusiones positivas y señalar las cosas que debía mejorar”.

Cuando su nombre se desveló en el draft, “se hizo realidad un sueño. Cuando estaba viendo la ceremonia en directo estaba bastante nerviosa. Y cuando escuché mi nombre… No recuerdo casi nada porque la emoción se apoderó de mí y hasta que no repitieron mi nombre al final, no fui capaz de decir ‘esto está pasando de verdad…’. Lo recuerdo como algo muy especial en mi vida y una responsabilidad que asumo al jugar en el fútbol profesional de Estados Unidos”.

Sus perspectivas ante esta nueva etapa son altas porque “siempre soy ambiciosa y el objetivo es aspirar al título. A nivel personal, seguir creciendo pensando en la Selección Española y ayudar al equipo para que cumpla sus objetivos, que son bastante ambiciosos”.

La importancia de estudiar

Apunta que “en una carrera deportiva siempre encuentras obstáculos. En mi caso, al ser de un pueblo pequeño, tenía que hacer unos desplazamientos importantes. A los 10 años, cuando empecé a jugar con chicas, debía desplazarme todos los días a una hora de casa. Más adelante, con 15, me fui a vivir a Sevilla con lo que ello significa, dejar mi hogar. La distancia, en una palabra, siempre fue un obstáculo para mí”.

Lo que siempre estuvo muy claro en su casa es que “el fútbol debía estar acompañado de los estudios. Ahora ya tengo la carrera terminada y estoy muy satisfecha por ello. El fútbol me encanta, me apasiona, pero tristemente no dura de manera infinita. Me alegro de tener el futuro asegurado gracias a unos estudios”.

Cuestión de disciplina

Vivirá en Seattle como una profesional del fútbol. Durante sus años de estudiante le sorprendió “muchísimo la organización del deporte universitario en Estados Unidos. Lo académico está apoyado por el departamento atlético y viceversa. Los profesores se involucran mucho para que puedas compaginar estudios y deporte. Destacaría el empeño y el esfuerzo que hacen las universidades para que los deportistas estudien y compitan”. “En España queda mucho en este ámbito. Allí lo proyectan todo como si fuera un paso previo al profesionalismo”, indica.

Su jornada durante años fue de gran intensidad. Sobre las 6:30 de la mañana se ponía en pie para dirigirse al campo de entrenamiento o al gimnasio, y a las 9:30/10:00 ya estaba en clase. Luego, todas las tardes dedicadas al estudio de una “una carrera complicada, aunque con disciplina y trabajo duro la pude sacar adelante al mismo tiempo que jugaba al fútbol. Fueron años de mucha disciplina, pero por fortuna todo me salió bien”.

Liderazgo

El sueño de ser ingeniera aeroespacial surgió cuando era una niña, “porque siempre me gustó resolver problemas. Creo que lo que más me gusta de este campo es el diseño. Me llama mucho la atención trabajar en una empresa en la que se investigue cómo resolver problemas. Me veo compaginando lo que he aprendido en el deporte en cuanto a liderazgo y gestión de grupo, que me interesa muchísimo, con el diseño, el desarrollo de nuevas ideas…”.

Las categorías inferiores llegan por detrás con una pujanza sobresaliente y la zaguera considera que “no se trata sólo de fútbol, es el deporte femenino español en general. El fútbol es un reflejo del cambio”. Por ello, y para acabar, espera que “se llegue a un buen acuerdo con el Convenio Colectivo para el fútbol femenino, para que todas las futbolistas tengan todos sus derechos bien cubiertos. En Estados Unidos nos llevan ventaja, pero lo importante es conseguir la igualdad para que las jugadoras estén perfectamente protegidas”.

 

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