Romera, la experiencia de una trayectoria al más alto nivel
Experiencia contrastada y una carrera profesional al más alto nivel. Son los dos primeros apuntes que aparecen en la carta de presentación de José Antonio Romera Navarro (Valencia, 8 de septiembre de 1987), un lateral con una amplia trayectoria en diferentes equipos nacionales y extranjeros, que le ha permitido participar en grandes citas futbolísticas.
En esta Edición 31 de Sesiones AFE, Romera se ha reencontrado con ‘viejos’ compañeros como Morcillo, al que “ya conocía de antes, además es valenciano como yo y tenemos amigos en común”, indica. “Al principio esto te ayuda y luego vas conociendo a la demás gente. La verdad es que la convivencia está siendo espectacular. AFE hace un gran trabajo organizando estas Sesiones. Estoy muy agradecido. Es algo que viene muy bien al futbolista, porque si encuentras algún equipo vas a llegar preparado, aquí haces una pretemporada de un gran nivel”.
Lo que más le ha llamado la atención durante estos días de concentración ha sido “la intensidad en los entrenamientos y también la compenetración en tan poco tiempo que se ha logrado en el grupo, porque cada uno venimos de sitios y de vivir situaciones muy distintas”. A nivel personal, físicamente se encuentra “muy bien. Siempre he hecho trabajo durante el verano, sobre todo cuando vas cumpliendo años y te das cuenta de la importancia que tiene, de lo necesario que es darte una semana o diez días de descanso y luego volver a empezar a trabajar para recuperar el tono físico”.
Lateral derecho
Romera es un lateral derecho puro, demarcación que ocupa “desde hace bastantes años. Me considero un futbolista difícil de superar en el uno contra uno, que le gusta participar en el juego del equipo, en la salida de balón, llegar arriba y sacar centros, dar asistencias de gol y aportar en la faceta ofensiva”.
Su carrera comenzó en el equipo de su pueblo, en “el Chirivella, hasta mi primer año de juvenil, que es cuando Óscar Fernández me lleva al Torre Levante. Me salió un año espectacular y me fui al Levante, donde firmé por tres años. Los dos últimos estuve en el filial y luego pasé al Gandía otras tres temporadas”. Fue entonces, con 25 años, cuando Romera decide dar un giro de noventa grados a su carrera y se marcha al extranjero, a la Primera División de la liga checa, donde jugó en el FC Dukla Praga y en el Jablonec.
“Era una época complicada aquí en España”, recuerda. “Había muchos problemas económicos en los clubes y mi representante me consiguió hacer una prueba en la República Checa. Me fui quince días y el entrenador quedó muy contento. Firmé un contrato de un año. Al principio la adaptación fue bastante difícil, pero una vez que empecé a jugar fue todo rodado”.
Chequia y Rumanía
Pasó cuatro temporadas en Chequia. Le fichó “el Jablonec, un equipo de los más importantes allí. El primer año peleamos por la liga hasta el final y conseguimos hacer ‘play-off’ para competiciones europeas. Nos enfrentamos al Copenhague, le ganamos, y luego nos elimina el Ajax de Amsterdam en la última ronda clasificatoria de la Europa League”.
Cambió de país y se marcha a Rumanía, al Dinamo de Bucarest, donde estuvo dos temporadas. Ya en el primer año “fue todo sobre ruedas. Hubo un cambio de entrenador, llegó Cosmin Contra y fue un cambio radical para mí”, relata Romera, que ha vuelto a reencontrarse con el que fuera su entrenador en Bucarest, al que no veía desde entonces, al enfrentarse la Selección AFE Fútbol con el Damac F.C. de la Liga de Arabia y que dirige ahora el rumano.
Con el club rumano ganó el título de Copa y la clasificación para la previa de la Europa League. “Nos tocó el Athletic Club de Bilbao, otra experiencia en el fútbol que no olvidaré nunca. En casa empatamos a uno, pero en el Nuevo San Mamés nos ganaron y nos eliminaron”, cuenta José Antonio Romera.
Con el Almería en Segunda
Su regreso a España fue para militar en la Segunda División, en la U.D. Almería, donde en su segundo año llegó a ser capitán del equipo. “Tenía la espinita de haber hecho una carrera buena, pero en España no había llegado a estar en la Liga de Fútbol Profesional. Me dio la oportunidad el Almería y fueron dos años fantásticos”, recuerda.
Sus últimas temporadas ha jugado en el UCAM Murcia, al que llegó después de estar seis meses sin equipo y donde tuvo poca participación, y el C.F. La Nucía, que estaba en Segunda RFEF cuando fichó y con el que consiguió el ascenso. “Han sido dos años magníficos en La Nucía, incluso el año pasado en que descendimos en la última jornada contra el Real Unión de Irún”, dice Romera, que también guarda como uno de sus mejores recuerdos “el enfrentamiento el año pasado en Copa del Rey contra el Valencia. Mi hijo mayor es valencianista a tope y que viera a su padre en ese partido la verdad es que fue un lujo”.
Romera se encuentra en un momento de su carrera en el que ha adquirido “mucha experiencia, muchos momentos vividos, pero conservando toda la ilusión. Si no me encontrara bien físicamente, que no llegó al ritmo de mis compañeros, sería el primero en decir hasta aquí he llegado, pero me encuentro muy bien. Ilusión tengo la de un niño, me encanta competir y quiero seguir disfrutando del fútbol”, concluye.