Raúl Juliá, mentalidad atacante y goles garantizados
Raúl Juliá Olivares (Valencia, 5 de abril de 1996) es delantero, un jugador con una clara mentalidad atacante, que puede desenvolverse en cualquier posición ofensiva y con cierta facilidad para hacer goles. “Me gusta jugar de segundo punta, puedo jugar arriba en el lugar que me pongan, me adapto a cualquier estilo de juego. Soy un delantero que busca asociarse con el equipo, recibir entre líneas, participar, no quedarme lejos de la portería y sobre todo marcar goles”, afirma Raúl.
Comenzó a jugar al fútbol “desde muy pequeñito, a los cuatro o cinco años. Empecé en Tabernes, un pueblecito de Valencia, y luego llegué a la cantera del Valencia C.F. y estuve quince años”. En Paterna coincidió con jugadores como “Pedro Chirivella, buen amigo mío, que está jugando en el Nantes; Javier Pérez, que llegó a jugar en la MLS, Carlos Soler, Gayá… Luego firmé en el Elche, donde estuve un año”.
Contrato con el Valencia
Empezó a darse cuenta de que iba a ser futbolista cuando “tenía 16 años. Me llegaron ofertas de equipos extranjeros y también nacionales, aunque no llegué a negociar nada porque el Valencia me hizo contrato”, indica. Después, Raúl desarrolló su carrera futbolística en equipos de su zona. Buñol, Paiporta y Castellón fueron los clubes en los que estuvo, antes de partir rumbo a Madrid. Fue una etapa de aprendizaje, en la que pasó “de jugar en División de Honor, con gente de tu edad, a tener 19 años y enfrentarte con gente mucho más mayor que yo. Ahí te das cuenta de lo que es el fútbol real. El cambio es muy grande y el que antes se adapta es el que se engancha al fútbol”.
Su siguiente paso fue probar con la A.D. Alcorcón. “Estuve allí dos semanas”, apunta Raúl. “Firmé con el Alcorcón, pero no me salió muy bien. El entrenador no contó mucho conmigo y me fui a Baleares, a Ibiza”. Con su nuevo club, el C.F. Sant Rafel, el delantero valenciano pudo sacar a relucir su mejor versión goleadora. “Esta etapa supuso un cambio para mí, en el sentido de adquirir madurez, de tomar decisiones durante el juego, actuar mejor dentro del campo”, señala Raúl.
Todo eso le hizo tener la confianza suficiente para atreverse a dar un cambio importante y marcharse a un equipo extranjero. “De repente me llamaron para contarme que estaban buscando un delantero, un atacante que pudiese jugar en varias posiciones, y era en Rumanía”, cuenta Raúl. Al día siguiente ya estaba en el Csikszereda, equipo de la Segunda División rumana, en el que le fue “bastante bien, pese a que todo es muy diferente, desde el clima y el idioma hasta la forma de ver el fútbol. Estuve seis meses, me costó un poco adaptarme, jugué menos de lo esperado y regresé, justo cuando llegó la pandemia”.
Volvió al Sant Rafel y luego pasó al C.D. El Álamo, equipo madrileño donde realiza “una temporada bastante buena”. Tuvo bastantes minutos, logró seis goles y emprendió una nueva aventura en Italia, donde ha probado en dos equipos, Sondrio y Paolana, pertenecientes a las divisiones Promozione y Eccellenza, respectivamente, y en los que también ha firmado una buena nómina de goles.
Con 27 años, aunque Raúl Juliá se encuentra “con esa incertidumbre de pensar en si llegará alguna oferta que me interese, estoy tranquilo porque físicamente sé que estoy preparado para dar lo mejor y aquí en Sesiones AFE estoy trabajando para ello”.
Estaba entrenando por su cuenta y decidió “probar a apuntarme a estas Sesiones AFE porque los compañeros me hablaron fenomenal de ellas, pero la verdad es que no me esperaba que todo fuera tan profesional. Todo el mundo está dispuesto a ayudarte y, sobre todo, lo más importante es que todos los jugadores estamos en la misma situación y el objetivo es que todos consigamos estar lo mejor preparados para cuando llegue la opción de ir a un equipo”, concluye el delantero valenciano.
