Porteros modernos: la puesta a punto de Guillermo García y Simón Ballester
Es una demarcación que ha evolucionado mucho durante los últimos años, cada vez con más cometidos que realizar. Ya no se le exige que entre los palos sea fiable, un portero moderno requiere de más cualidades para desempeñar hoy en día su profesión.
En esta XXI edición de Sesiones AFE, Guillermo García y Simón Ballester entrenan a las órdenes de Luis García, exguardameta con una amplia experiencia y que conoce el oficio a la perfección. Diseña entrenamientos modernos, como exige el fútbol en la actualidad, con el fin de que los dos futbolistas estén en perfecto estado de revista cuando algún club aparezca en escena.
Conceptos
Luis García afina a diario la puesta a punto de Guillermo y Simón, “trabajando todos los conceptos en todo momento; juego con los pies, juego aéreo, fuerza, posicionamiento… Y en función de eso voy diseñando ejercicios para realizar esas tareas”.
El preparador del equipo AFE deja claro que “la figura del portero ha evolucionado muchísimo y cada vez se le exige más. Depende del sistema, pero hay muchos entrenadores que generan la superioridad a partir del guardameta con el fin de sacar el balón jugado desde atrás para hacer transiciones rápidas”. Recuerda que “antes éramos de parar en la portería, mandar el balón hacia arriba y se acabó, no se nos exigía nada”, pero recalca que “ahora el portero entra mucho en juego y por eso se le pide mucho más. Antes estábamos más aislados, pero ahora el portero entra más en juego y está muy bien”.
La larga experiencia que atesora Luis García le “ayuda a diseñar ejercicios que creo que se basan más en la realidad e intento adecuarlos a lo que pasa luego en los partidos”. Echando la vista atrás, dice que “me di cuenta tras retirarme que había entrenado muchísimo, pero que tal vez lo había hecho mal. Gracias a los nuevos cursos de entrenador, los porteros cada vez se entrenan mejor, que es el objetivo, con el fin de que afronten los partidos de la mejor manera posible”.
Solo ante peligro
Guillermo García Santos (Palencia, 11 de octubre de 1996) comenzó en su ciudad natal la carrera de futbolista, pasando por el CD Palencia y el Palencia Cristo Atlético. Tras varias temporadas en casa, dio el salto al CD Mirandés, donde vivió el ascenso a Segunda División, sellando su última experiencia en el Lorca Deportiva.
Comenta el palentino que “los guardametas, por decirlo de alguna manera, somos los ‘raritos’… Siempre me llamó la atención de esta posición que el portero está solo y sufre en solitario muchas veces. No todo el mundo sabe manejar esa situación, pensar en solitario, que pocos compañeros te vengan a animar, que te metan un gol y nadie te diga nada”.
Considera Guillermo que “el portero moderno tiene que ser muy completo. El estándar es que golpeemos el balón con las dos piernas, que salgamos bien por arriba, que paremos entre los palos, que leamos bien el juego…”, y recalca sobre la adecuada preparación que “hacemos ejercicios diferentes, ahora todo está enfocado a la visión de juego, leerlo bien, acciones técnico-tácticas…”.
Sergio Asenjo
Guardameta que se define como “muy fuerte y rápido”, cree que “entre los palos paro con soltura porque tengo una buena velocidad de reacción, tanto de tren superior como inferior”, y subraya que “tener un preparador de porteros nos facilita mucho nuestro trabajo porque ve los partidos, nos da datos de los jugadores rivales, cómo tiran los penaltis y las faltas, etc.”.
Durante estos días trabaja para encontrar un club en el que dar continuidad a su carrera deportiva. “Me motivó venir a estas Sesiones AFE quedarme sin equipo, algo nunca se me pasó por la cabeza que me podía pasar. Consultando con compañeros, todos me dijeron que era una buena opción, ya que AFE te ayuda a encontrar equipo y te sientes en todo momento futbolista”.
Y para acabar, no duda cuando se le pregunta por su portero de referencia: “Siempre ha sido Sergio Asenjo, que también es de Palencia. Gran portero, gran persona y gran luchador después de tantas lesiones. A la vista está que se encuentra en la élite y sigue compitiendo al máximo”.
Tradición familiar
Simón Ballester (Murcia, 4 de abril de 1994) está ligado claramente al histórico Real Murcia, club al que perteneció durante 15 años, “pasando por todas las categorías hasta llegar al primer equipo”, relata, jugando las últimas temporadas en el CF Lorca Deportiva y el FC Jumilla.
“Estar tantos años en el Real Murcia ha sido la mejor experiencia de mi vida, fue el club en el que me crie siendo un niño, en el que crecí como persona y como futbolista”, explica Simón, que empezó a defender porterías “a los cuatro años, pues mi abuelo y mi padre jugaban en esa demarcación. Nací para eso y lucho para seguir haciéndolo muchos años más”.
Tampoco tiene dudas al decir que la evolución de los porteros “ha sido enorme. Antes no era importante el juego con los pies y ahora cualquier entrenador te exige que seas como un jugador más de campo. En ese aspecto, por ejemplo, ha evolucionado mucho”. Al ser muy alto, se considera “muy atrevido y ágil entre los palos, también cuando me toca jugar con los pies”.
Personalidad
Cree que un buen portero debe “tener una personalidad fuerte a nivel mental porque es una demarcación que te exige mucho. Hay situaciones en las que, si no eres fuerte, no puedes hacer un buen trabajo. Se trata, también, de estar tranquilo, y el aspecto mental se gana con los años”.
Aprovecha al máximo cada instante de Sesiones AFE, una experiencia que, reconoce para acabar, “nos motiva para encontrar equipo. Son muy recomendables porque la ayuda que recibimos es inmensa”.