Adrián Rosa ‘Piscu’ y la espina clavada por no haber debutado en Primera
“Mis compañeros de Sesiones AFE no se creen la edad que tengo, piensan que tengo menos años”. Con una dilatada experiencia, Adrián Rosa Porras (Santa Eulalia, 23 de enero de 1985) todavía se siente con la fuerza necesaria para alargar durante más años su carrera deportiva. Piscu, como es conocido futbolísticamente, subraya que “físicamente me cuido muchísimo. Uno va madurando, adquiriendo experiencias y yo ahora estoy aprendiendo de mis compañeros en estas Sesiones AFE. La experiencia es un grado, no cabe duda, pero todos los días se aprende”.
Zaguero central, siempre por el perfil izquierdo, “también he tenido que jugar de pivote defensivo cuando ha sido necesario”. “Me gusta jugar el balón siempre que sea posible y la verdad es que me encanta tocar y tocar, filtrar pases, hacer desplazamientos en largo y por mi envergadura voy bien por arriba”, así se retrata un futbolista de acreditada solvencia.
“Es verdad que me he encontrado muy bien físicamente en estas Sesiones AFE. Prueba de ello es que no he necesitado ir al fisio, lo que significa que el trabajo que he realizado en vacaciones se ha visto reflejado al incorporarme a esta concentración. He llegado en peso”, explica el zaguero.
Orgulloso
Una hoja de servicios impecable, con muchas aventuras sumadas, una vida con un balón pegado a los pies… Y es que Piscu recuerda que “llevo jugando al fútbol desde que tenía tres años y nueve meses, cuando mi padre me apuntó en la escuela de la Peña Deportiva de Santa Eulalia. Me formé en sus categorías inferiores, lo que me dio posteriormente la oportunidad de jugar en Tercera División siendo joven. Con 17 años ya disputé un ‘play off’ de ascenso a Segunda B”.
Fue precisamente aquel episodio lo que le hizo plantearse en serio dedicarse al fútbol de manera profesional. “Estoy orgulloso de mi carrera y no tiene nada que ver que toda se haya desarrollado en clubes de Segunda B y Tercera”, señala, aunque considera que “he estado capacitado para jugar en alguna categoría superior, pero somos muchísimos futbolistas y muy buenos. Por ejemplo, tengo amigos que no han podido jugar en Tercera y a lo mejor eran mejores que yo”.
Explica que en su momento “era el patito feo de los cinco mejores del equipo; ellos pensaban que iban a triunfar seguro en el mundo del fútbol, pero al final al que le dieron la oportunidad fue a mí. Y no la desaproveché”.
Piscu se considera “un futbolista muy profesional y muy constante. Por eso he conseguido estar en el Mallorca, el Córdoba, la Cultural Leonesa… También he estado en otros clubes de entidad como el Alzira, el Ibiza, la Peña Deportiva…”. “La verdad, creo que he tenido mala fortuna, porque incluso Kameni no se cree que no haya jugado ningún partido en Primera División”. “Sé que he tenido cualidades para llegar a Primera, pero no he tenido la suerte de conseguirlo”, añade.
Quince días más
En Tercera División “siempre he estado en proyectos ganadores y es diferente porque al final a los equipos a los que te enfrentas son inferiores en teoría. Siempre con la presión de ascender a Segunda B”, reconociendo que “se puede vivir del fútbol jugando en Tercera División. Yo llevo toda mi vida en esta categoría y cobrando bastante bien, la verdad”.
“Me han dejado ver España entera, conocer sitios maravillosos y, encima, pagándome por hacer algo que me encanta”, dice el defensa, que le ha ilusionado mucho participar en estas Sesiones AFE porque “un día estaba en casa con mi padre y al siguiente entrenando con Kameni, campeón de la Copa del Rey, entrenando a las órdenes de Diego Tristán, con otros compañeros que conozco…”.
Tanto está disfrutando que asegura que “me quedaría quince días más”, aunque ahora piensa en encontrar un equipo en el que seguir alargando su carrera deportiva. “Y si no puede ser, porque soy realista y tengo los pies en el suelo, me pondré a trabajar en lo que sea, porque para eso no se me caen los anillos”.