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Jofre Mateu - Superliga India

La Superliga de India según Jofre Mateu: “Ningún futbolista dice que no volvería”

Hasta la temporada 2014 se podían contar con los dedos de una mano los futbolistas españoles que se habían aventurado a jugar al fútbol en la India. Desde entonces, con la creación de la Indian Super League y respaldada por una fuerte inversión local y británica, se ha convertido en un excelente destino para los jugadores españoles. La Hero Indian Super League contó la pasada temporada con diecinueve jugadores y tres entrenadores españoles. ¿Por qué se ha convertido en un buen destino para el futbolista español? Jofre Mateu nos cuenta los secretos de su atractivo.

“Es una de las mejores experiencias profesionales que he tenido. Como jugador, disfrutas mucho del fútbol y recuperas antiguas sensaciones. Sin duda, es un buen lugar para vivir. Un país que te ofrece un giro personal que te permite observar y percibir las cosas de un modo muy diferente”, explica Jofre Mateu a ‘O11CE Metros’.

El catalán, retirado en 2017 de la competición, fue toda una institución para los seguidores de la Superliga tras su exitoso paso por los equipos del Atlético Kolkata y del Goa, así como un inestimable consejero para los futbolistas españoles que deciden irse a jugar allí. “Este año me llamaron muchos de los que han estado allí, como Corominas, Jordi Figueras y Manu Lanzarote, para preguntarme por todos los detalles. Les recomendé que fueran. A tenor de cómo les han ido las cosas y de lo que me han contado, la decisión de irse a la India fue buena”, subraya.

El futbolista español es muy respetado allí y se valora que sus prestaciones sean muy elevadas para la competición. Así, afirma que “llegué casi con 35 años y mi estado físico era bueno para competir; es un aspecto muy valorado para jugar allí. La tradición del futbolista español de cuidarse y de tener unos buenos hábitos no es igual en todas las partes del mundo y eso se nota cuando llega el momento de alargar la carrera deportiva”.

La igualdad de la competición, la posibilidad de disfrutar de la profesión y las condiciones económicas son algunos de los puntos más importantes a la hora de apostar por jugar en la India. “De entre todos los que han ido, ninguno me ha llamado diciendo que no volvería”, confiesa.

La pasada temporada fue la primera que se desarrolló a lo largo de seis meses -de octubre a marzo-, doblando el tiempo de las anteriores. Este aspecto es el único que haría dudar a Jofre hoy en día. “Es un lugar difícil para vivir. Todos los futbolistas extranjeros viven en hoteles y, a pesar de que se viaja mucho, que tu casa sea una habitación es duro. Ahora, con seis meses de competición, quizás dudaría más”.

Superado ese obstáculo, que ahora es menor porque algunos equipos reservan villas propias para los jugadores y sus familias, la vida en el país resulta positiva. “Puedes hacer vida normal, aunque moverse en grandes distancias es complicado. Sales a la calle sin problemas y te sorprende en positivo que te sientes seguro en todo momento. No he visto violencia en las calles”, comenta.

Un aspecto clave al cambiar de continente es la alimentación, y más para un futbolista. Jofre destaca que “la comida es internacional, ya que en los hoteles hay de todo y en los cuerpos técnicos predominan los europeos, aunque llegas a aburrirte de comer siempre lo mismo.  Eso sí, las especias abundan y hay que insistir para que no abusen de ellas”. Otra de las preguntas que más le hacen a Jofre tiene que ver con la salud y las medicinas, recalcando que “la imagen que se tiene no es comparable con la realidad. Es verdad que algunos centros están anticuados, pero en su interior no falta de nada. Ni tampoco medicinas. Mis compañeros que estuvieron con la familia no tuvieron problemas al respecto”.  

A continuación, Jofre Mateu analiza determinados aspectos de la Superliga de la India.

Nivel futbolístico: “No es tan elevado como en otras ligas, así que para el futbolista español suele ser un lugar donde poder disfrutar y destacar. Jugando te lo pasas bien y te valoran. Se podría comparar con un nivel medio de Segunda División en España, pero lo bueno es que no hay ningún equipo que destaque demasiado por encima del resto y así la competitividad está asegurada”.

El vestuario: “Gran parte de la plantilla vive en el mismo hotel o recinto, de modo que es como una gran concentración. Hay mucha convivencia en todos los sentidos y ayuda a sentirse mejor, sobre todo a aquellos que, como yo, viajaron sin la familia”.

Los compañeros: “Al estar tanto tiempo juntos, se crean fuertes lazos, incluso con los jugadores indios. Los que juegan en la Superliga proceden de buenas familias locales y tienen buen nivel cultural. La comunicación es en inglés básico y para ellos, que los futbolistas españoles juguemos en su país es un orgullo. Son muy hospitalarios y no tienen problemas en invitarte a su casa para comer o cenar”.

Los entrenadores: “Todos son extranjeros, la mayoría con experiencia internacional en grandes ligas. El nivel es bueno y lo mejor es que estableces una relación mucho más directa con ellos que cuando juegas en Europa. En mi caso, yo tuve la suerte de tener a Zico como técnico, pero conocerlo como persona fue algo extraordinario”.

Las estrellas: “Cuando nació la competición, se ficharon a grandes jugadores que ya estaban en la recta final de su carrera, como Del Piero, Pires o Forlán, para dar a conocer la Superliga. Ahora se ha optado por igualar más el nivel de las plantillas y se contratan a jugadores más jóvenes y que ofrecen mejor rendimiento”.

Las normas: “Siempre debe haber seis jugadores indios sobre el campo, lo que provoca que el nivel de los equipos se termine igualando. El futbolusta indio es muy irregular y anárquico y no tiene tan asumida la cultura del esfuerzo”.  

Los árbitros: “No son profesionales y han protagonizado algunos escándalos con sus decisiones. Sobre el campo, intentan ser muy ejemplificantes y no aceptan las protestas”.

La organización: “Es muy profesional. Todo está organizado por la empresa inglesa IMG. Antes del inicio del torneo, se reúnen con cada equipo para explicar las normas, y antes de cada partido te explican los protocolos a seguir ante los medios de comunicación y cómo funciona el antidoping.  

Los horarios: “Siempre se juega a las siete de la tarde, para que en Europa se pueda ver al mediodía. Además, allí jugar antes es complicado por el calor. La temporada se disputa en la época menos calurosa del año, pero en diciembre se juega a 20 grados con un nivel de 80% de humedad. Por eso es muy importante la condición física y no tanto el nivel técnico”.

Los estadios y la afición: “Los campos son buenos, ya que se aprovechan los mismos estadios donde se juega a críquet y el césped está perfecto. El aforo se completa en casi todos los partidos y la afición es muy entregada. No deja nunca de animar, hay mucho el ambiente. Lo divertido es que son capaces de celebrar un gol del equipo contrario. Se vive el fútbol como una fiesta y, como la mayoría de clubes son nuevos, no existe mucha rivalidad entre las aficiones”.

Condiciones laborales: “Como la competición está regulada, los contratos se respetan y los jugadores cobran sin problemas. No quieren que la Superliga tenga una mala reputación de cara a los fichajes de futuro. El sistema del draft para elegir jugadores también supone reglar los sueldos. La pasada temporada, la media de los jugadores extranjeros rondó los 170.000 euros por los seis meses de competición”.   

Medios de comunicación: “Además de firmar con el club, los jugadores debemos firmar un contrato con IMG y la Superliga que implica unas obligaciones, entre ellas, la atención a la prensa. No hay tanta presión como en España, pero hay muchas entrevistas programadas para dar a conocer la competición”.

Desplazamientos: “Los viajes son duros, ya que las distancias son largas y la mayoría se realiza en aviones que hacen diferentes paradas antes del destino final. Además, se viaja tres días antes de los partidos”.

Servicios médicos: “Es una de las preguntas más habituales de compañeros que meditan jugar en la India. La primera impresión que te llevas es dura, porque los hospitales no son modernos. En cambio, cuentan en su interior con toda la tecnología más avanzada; los médicos y masajistas son excelentes”.

Artículo publicado en la revista ‘O11CE Metros‘.

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