Josué, desborde y potencia en ataque
“Físicamente me encuentro bien, pero a nivel mental es diferente porque te encuentras sin equipo, aunque para eso estamos en Sesiones AFE, para encontrarlo muy pronto”, dice Josué Medina León (Santa Cruz de Tenerife, 9 de septiembre de 1996) para empezar, recordando que “la temporada pasada jugué bastante, pero no en mi posición, algo que, creo, me está pasando factura, y al final descendimos. Es la primera vez que me encuentro en esta situación”.
“Fede Olivera, que estuvo el año pasado, en una de las ediciones, me animó a apuntarme porque me habló muy bien de ellas. La verdad es que Sesiones AFE es un escaparate muy bueno para encontrar equipo”, dice el futbolista, que reconoce que “mi convocatoria me ilusionó mucho porque ves a compañeros haciendo la pretemporada en sus equipos. Sin embargo, aquí tienes todos los medios para hacerla como si estuvieras en un equipo de Primera División”.
Trabajo defensivo
Josué León entiende que “donde mejor rindo es jugando de extremo derecho, esa es la verdad, aunque también aporto bastante trabajo defensivo a pesar de ser atacante. Tengo buen desborde y soy potente”.
Desde siempre “me hacía feliz el fútbol, lo fui entendiendo más poco a poco hasta llegar al Tenerife B. En esa época viví mis mejores años, en los que he sido más feliz y en los que más he rendido”.
El extremo llegó a hacer una pretemporada con el primer equipo, “pero no me quedé y firmé por el Barakaldo, donde me fue muy buen, ya que es un buen club. Allí empecé bien, pero me rompí el cruzado nada más empezar la temporada”, significando que “posteriormente he estado en Unionistas, una etapa increíble porque ascendimos a Primera RFEF y llegamos a disputar el ‘play off’ de acenso a Segunda División”.
“Llega la pandemia y por eso me voy al Mensajero, cerca de casa, y a continuación ficho por el Gernika, estando cerca de ‘play off’ de ascenso. La última temporada jugué bastante en el Don Benito, un club espectacular en el que nos trataron bien. Por desgracia, descendimos y me tocó vivir la cara amarga del fútbol. Allí jugaba más de lateral o carrilero y eso me ha pasado factura, como he dicho antes”, dice para acabar al hablar de sus últimos años.