Iván Martín, un delantero de área a la antigua usanza
No tiene ningún problema a la hora de presentarse como futbolista clásico. Iván Martín Gómez (Villaverde del Río, Sevilla, 4 de abril de 1995) utiliza un tono espontáneo y decidido para definirse como “un delantero al estilo antiguo, de pelearlas todas, agresivo… Juego mucho a los espacios y también me gusta asociarme con mis compañeros. Creo que soy potente, rápido y, sobre todo, un delantero de área”. Con estas referencias, no es de extrañar que su futbolista preferido sea “Zlatan Ibrahimovic. Siempre he mirado sus movimientos, su forma de actuar en el campo y cómo trabaja”.
Iván Martín empezó a jugar desde la categoría prebenjamín en el equipo de su pueblo. “Jugaba con los amigos, llegaba del colegio y jugaba en la calle, practicaba ese fútbol que hoy en día ya no lo hay”, cuenta Iván, que recuerda que empezó a hacer todas las pretemporadas de verano con el Real Betis, “pero nunca me quedaba. Como tenían clubes concertados estuve en uno de un pueblo de al lado, San José de la Rinconada, hasta que ya en edad juvenil sí que fui con el Betis”.
Con Jaime Quesada como entrenador, Iván Martín debutó en un derbi en casa contra el Sevilla y “metí un gol en el minuto 93. A partir de ahí fue todo rodado”. Después, Óscar Cano le subió al Betis B, que por entonces estaba en Tercera División, y la temporada siguiente el técnico le lleva al Alcoyano, de Segunda B, con el que ese año juega “el partido de Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao. Ahí ya te metes en un vestuario de gente veterana, con mucha experiencia, y fue un aprendizaje para mí”.
Máximo goleador
Se curte como futbolista en equipos como el Écija Balompié, Tudelano, Real Valladolid Promesas y Pontevedra, una etapa que inicia con 20 años y de la que guarda buenos recuerdos y otros no tanto como “cuando voy a Écija, cerca de casa, siendo muy joven, me lesioné. Se me quedó la espina de no poder participar mucho”. Pronto vería la otra cara de la moneda, la temporada que estuvo en Tudela, “un año que me marcó mucho porque fui el máximo goleador del equipo. Jugamos la liguilla de ascenso a Segunda, pero nos eliminó el Hércules, aunque la verdad es que hicimos un año muy bonito”.
Tras su paso por el filial del Valladolid, el delantero sevillano emprendió rumbo a tierras gallegas y jugó en el Pontevedra C.F., con el que “gané un título, quedamos campeones de la Copa Federación”. Iván Martín se considera un “tío valiente, que afronta todo lo que venga”. Por eso, hizo las maletas y se marchó a probar fortuna a Polonia, donde le costó aclimatarse, aunque “la adaptación no fue tan dura porque tuve un compañero que me ayudó mucho desde que llegué, Dudu Paraiba, un futbolista brasileño. Me fue bastante bien, hice unos cuantos goles allí”.
Con el Odra Opole firmó por dos años “y sólo completé el primero. El segundo me fichó el Podbeskidzie y con este equipo conseguimos el ascenso a Primera”. El cambio de entrenador en el club polaco hizo que se decidiera por el regreso a España, recalando primero en la R.B. Linense y luego en la S.D. Compostela, su último equipo, en el que ha tenido “una experiencia buena, aunque hay conceptos que no dependen del jugador, pero me quedo con el buen trato con los compañeros”.
Estar en activo
Escuchar a “todo el mundo hablar bien de Sesiones AFE” ha sido lo que ha llevado a Iván Martín a apuntarse a esta XXX edición. “El trato, la disciplina que hay, el trabajo que se hace en el campo, el ‘staff’ que te rodea. Por eso me animé a venir a probar una experiencia nueva y, sobre todo, para estar en activo, para que los equipos no vean que estás parado”, relata.
Cuando recibió la llamada de que estaba entre los seleccionados para formar parte de esta concentración en Campoamor, dice Iván que “me alegré mucho. Hablándolo con mi pareja le comenté que a ver si había suerte y me seleccionaban. Cuando me llamaron estaba limpiando la casa, así que imagínate qué ilusión. Esto era lo que me quedaba para seguir adelante, porque ya estaba siendo un año bastante complicado”.
Una vez dentro de estas Sesiones AFE, Iván Martín considera que aquellos que “piensen que vienen jugadores que no les quiere nadie, tienen que saber que no es así. Aquí te pueden salir distintas opciones, mercados diferentes. Hay que aprovechar esta oportunidad porque estás rodeado de profesionales”.