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Iker Hernández - Sesiones AFE XXX

Iker Hernández, goles y asistencias de un espíritu inquieto

Con experiencia en diferentes clubes del extranjero, habiendo debutado en el primer equipo de un histórico como la Real Sociedad, Iker Hernández Ezquerro (Urnieta, Guipúzcoa, 8 de abril de 1994) aprovecha cada instante de esta XXX Edición de Sesiones AFE. Poniéndose a punto para formar parte de un nuevo proyecto, ya sea en nuestro país o más allá de nuestras fronteras, según reconoce el delantero centro.

Con una amplia y sólida carrera, “me considero por encima de todo jugador de equipo. Además de marcar, también me gusta asistir y por ello alguna vez he jugado de mediapunta o por un extremo. Me gusta participar en el juego, jugar de espaldas, asociarme con los compañeros…”.

Desde niño vivió el fútbol muy cerca, porque como explica, “mi padre fue portero profesional, jugando en Real Sociedad, Eibar o Girona, ejerciendo también como entrenador de guardametas, así que siempre viví cerca de un campo de fútbol. Y siempre me gustó la posición de delantero”.

Debut en Primera

Tras formarse como niño en el histórico Antiguoko, completó su proceso formativo durante años en la Real Sociedad, llegando a debutar con el primer equipo en partidos de Liga y Copa del Rey a las órdenes del británico David Moyes. En el torneo de la regularidad, recuerda, “debuté en un partido frente al Levante un mes de diciembre, todo un regalo de Navidad al cumplir un sueño”. “La Real es un club muy familiar y te tratan muy bien. Fui feliz en aquella etapa y le estoy muy agradecido por todo lo que me dieron”, señala el atacante.

Tiene presente una cesión inolvidable en el Barakaldo, “un año muy bonito porque nos salió una temporada redonda, quedando segundos por detrás del Real Madrid Castilla, aunque no superamos el ‘play off’ y no ascendimos”. Tras no renovar con la Real Sociedad, firma por el Athletic Club para jugar en su filial, “pero me lesiono nada más llegar y no puedo hacer una buena temporada”. Tras rescindir contrato, juega en el Burgos una temporada y tras acabar este ciclo decide emprender una aventura en el extranjero.

Iker explica que cuando el mercado de fichajes tocaba a su fin, “decido dar el paso y probar una liga y un país diferentes, fichando por el Den Bosch de Holanda”. Sin embargo, “el equipo iba bien y en estas circunstancias era complicado jugar porque los entrenadores no cambian”, por lo que a mitad de temporada vuelve a hacer las maletas para viajar hasta Bolivia para sumar minutos.

“Al principio te impacta, no sabes qué te vas a encontrar”, pero la realidad es que “la experiencia fue muy bonita en el San José, porque disputé partidos de Copa Libertadores ante clubes históricos como Flamengo, Liga de Quito o Peñarol, que finalmente se proclamó campeón”.

El club boliviano tiene problemas económicos y por ello “decidí fichar por el Royal Pari, de otra ciudad de Bolivia, pasando de jugar a 3.8000 metros de altitud a un lugar llano. Todo cambia y te tienes que acostumbrar, porque las circunstancias son diferentes”.

Tras esta etapa en Bolivia, donde nace su hijo, llega la pandemia, opta por regresar a España y le surge la oportunidad de ir a la U.D. Melilla, donde disfrutó de la vida y del fútbol, “una época muy bonita, en una ciudad muy tranquila. Sólo estuve año y medio, pero todo me fue fenomenal y disfruté mucho esta experiencia”.

Internacional

Su espíritu inquieto le lleva de nuevo a emprender otra aventura, la última por el momento, en Chile, defendiendo la camiseta del Santiago Wanderers, “equipo que dirigía un entrenador que conocía de mi experiencia en Bolivia”.

Prueba inequívoca de su categoría es que Iker defendió la camiseta de la Selección Española Sub 17, Sub 18 y Sub 19, “una etapa muy bonita porque compartí vestuario con los mejores de España. El que más me gustaba de aquella época era Saúl Ñíguez, coincidiendo también con Denis Suárez, Deulofeu, José Rodríguez, Vadillo, Bellerín, Gayà… Jugadores que están en la élite en la actualidad”.

“Tras acabar la competición en Chile a finales del año pasado, decido apuntarme a Sesiones AFE para probarme, una buena oportunidad para que me vean diferentes clubes, ponerme a punto… Ahora estoy valorando todo lo que me llega, para elegir algo que me ilusione y me haga feliz“, señala el delantero.

Ya tiene el primer y segundo nivel de entrenador, también el título de director deportivo “porque hay que prepararse con vistas al futuro y el fútbol es lo que me gusta”, y estos días disfruta de estas Sesiones AFE, “una experiencia muy buena, por lo que animo a mis compañeros a probar. Nos tratan muy bien y tenemos de todo, no falta de nada. Vivimos malos momentos por estar sin equipo, pero el día a día te ayuda”.

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