Gerard Verge, un socio inmejorable en el centro del campo
“Estoy en Sesiones AFE porque pasaban los días, avanzaba el mercado y no alcanzaba ningún acuerdo con algún club. Hablo con varios compañeros que las conocían y me animan a apuntarme, para entrenar al máximo nivel y tener visibilidad”. Gerard Verge Ramal (La Sénia, Tarragona, 17 de febrero de 1998) vive esta nueva experiencia convencido de que muy pronto fichará por algún club en el que iniciar una nueva etapa profesional.
A pesar de su juventud, tiene un buen historial, teniendo claro que se encuentra en el punto de madurez óptimo para ofrecer su mejor versión. Gerard se considera “un jugador muy asociativo, con buena visión de juego. Mi posición ideal es la de mediapunta, pero me puedo adaptar a otras, pues también he jugado en banda, de interior…”.
Ronaldinho
“El primer jugador que me impacta y me llamó la atención teniendo uso de razón es sin duda Ronaldinho. Era un futbolista diferente, hacía cosas que yo nunca había visto hacer a nadie”, dice al recordar su niñez.
El mediocampista empezó a los seis años a jugar en su pueblo, dando un paso importante en categoría Alevín al fichar por la Unió Esportiva Rapitenca de San Carlos de la Rápita, “llegando a debutar con el primer equipo cuando era Juvenil”.
Tanto destaca que con 16 años firma su primer contrato con un histórico como el Nástic de Tarragona, “una etapa difícil porque por primera vez vivo solo. No me sentía a gusto y por ello rescindo el contrato tras año y medio para regresar a casa”. “La presión de llegar a un club con expectativas altas era importante, estás alejado de la familia en una edad difícil… En fin, no tenía la madurez suficiente”, reconoce.
Esa etapa le hace madurar y se toma unos meses de reflexión alejado del fútbol. Es entonces cuando aparece la oportunidad de jugar en el C.F. Atlético de Monzón, de la Tercera División de Aragón.
Brilla con fuerza y le contrata la S.D. Huesca, jugando en su filial, en Tercera, pero entrenando con el primer equipo, que entonces militaba en Primera División.
“Ahí ya tenía las ideas muy claras, el punto de madurez necesario. La verdad es que fue un año muy bueno a nivel futbolístico”, dice Gerard.
Recibe muchas llamadas y finalmente opta por fichar por el Recreativo de Huelva, “un club histórico, una oportunidad que no podía desaprovechar”.
Un solo punto
Tras pasar por el Decano, ficha por el San Fernando, de Segunda División B, “donde conseguimos el ascenso a Primera RFEF”, pasando los últimos meses de la pasada temporada en el San Roque de Lepe, en Segunda RFEF. “Tengo dos espinitas clavadas: con el San Fernando nos quedamos a un punto de disputar el ‘play off’ de ascenso a Segunda División, igual que nos faltó un punto en Lepe para intentar subir a Primera RFEF”, comenta el futbolista catalán.
Ahora, explica Gerard, “busco cambiar de aires y de sitio, por lo que me apunté a Sesiones AFE. Considero que ahora mismo me encuentro en un punto en el que tengo la máxima madurez futbolística. Veo perfectamente cómo es el fútbol y me he formado mucho como futbolista las últimas tres temporadas”.
“La preparación me está yendo muy bien en estas Sesiones AFE. Destacaría la profesionalidad que hay, pues tienes todos los recursos necesarios para ponerte a punto, para recuperar, etc.”, destaca el jugador para acabar.