Expertos del balón: la encomiable carrera de Adrián Ripa, Miguel Montes y Alberto Martín-Romo
La experiencia es un grado y en esta edición XXI de Sesiones AFE, varios futbolistas atesoran un bagaje sobresaliente después de muchos años desempeñando su profesión. Veteranos, sí, pero con el espíritu intacto, listos para iniciar nuevas etapas en otros clubes.
Adrián Ripa, Miguel Ángel Montes y Alberto Martín-Romo han disfrutado del fútbol durante muchas temporadas, siendo todos ellos jugadores perfectamente preparados para alargar más tiempo sus respectivas carreras. En San Pedro del Pinatar afinan su puesta a punto para cuando llegue la ansiada llamada de algún club.
Histórico ascenso
Miguel Ángel Montes (Pozo Alcón, Jaén, 10 de octubre de 1989) ha pasado por muchos clubes, en los que dejó huella. Formado en el CD Baza, en edad juvenil fichó por el Villarreal, defendiendo posteriormente las camisetas del Granada y el Mallorca. A continuación, pasó por la Segunda B en clubes como Melilla, Algeciras, Socuéllamos… De vuelta a casa, jugó en el Jaén, firmando su último periplo en el Mérida UD.
Ha vivido de todo durante tantos años de carrera, pero se queda sin dudarlo “con el ascenso a Segunda con el Jaén, el equipo de mi tierra y cuando tenía 23 años, tras muchos sin estar en la segunda categoría”. La pasada temporada disfrutó de un momento similar en Mérida, siendo protagonista del ascenso del equipo extremeño a Segunda B.
Después de tantos años, el atacante reconoce que “estos ascensos han sido los que han marcado mi carrera deportiva. He tenido mucha suerte de vivir esas experiencias”, aunque dice que “lo mejor que te deja el fútbol, sin duda, son los amigos, la gente que conoces. Personas magníficas con las que has convivido y con las que sigues teniendo contacto”.
Cuestión de pasión
Considera positivo el paso de los años “porque vas madurando, sabes elegir, administras mejor los esfuerzos, sabes cómo ayudar mejor al compañero… También aprendes a hacerte más fuerte dentro de un vestuario, al igual que saber aceptar el rol que te toca en cada momento. Todo ello repercute en lo que pasa en el verde, la forma de entender el fútbol y la forma de comunicarte con los compañeros, los que pelean a tu lado y con los que debes entenderte”.
Aunque no es de dar consejos a los más jóvenes, “sí les diría que jueguen con pasión siempre, que disfruten del fútbol desde el primer segundo, que vivan cada entrenamiento como si fuera el último… El tiempo pasa y por eso hay que valorar todos los momentos que vives”.
Y para terminar, al valorar estas Sesiones AFE reconoce que “lo que más me motivó para apuntarme es que todos los compañeros que conozco y las han vivido me dieron unas referencias espectaculares. Tras acabar mi etapa en el Mérida UD, es positivo para mí y para mi carrera estar aquí, por lo que agradezco a AFE esta oportunidad que me ha brindado”.
Los valores del fútbol
Comenzó ligado al balón en su pueblo. Adrián Ripa (Épila, Zaragoza, 12 de agosto de 1985) jugaba al fútbol sala con sus amigos, hasta que tras participar en un campus en Tarazona, organizado por Narciso Juliá, un ojeador le captó para que se integrara en la cantera del Real Zaragoza. Desde infantil, pasó por todas las categorías, una etapa inolvidable para el defensa aragonés. “Le debo mucho a este club porque me formó como futbolista y como persona. Gracias al Real Zaragoza aprendí todos los valores del fútbol”, recalca.
En la SD Huesca, club al que fue cedido, vivió una época espectacular durante dos años, con el ascenso a Segunda División y disfrutando por primera vez de lo que es el fútbol profesional en la segunda categoría. Finalizada su etapa en el club oscense, pasó dos años en el Elche, hasta aterrizar en el Numancia, donde jugó ocho temporadas seguidas. “Le debo mucho a este club”, subraya, porque “en Soria me trataron fabulosamente desde el primer día, es una gran familia. Me siento un privilegiado de ser futbolista, pero sobre todo sentir que la gente te quiere y te valora” como le sucedió en el histórico club.
No es de ensalzar un momento o varios de los vividos a lo largo de su carrera profesional, “destaco el hecho de ir a entrenar todos los días, sufrir trabajando, competir… Siempre digo que somos unos privilegiados de la vida. El ascenso con la SD Huesca, mi primera convocatoria con el primer equipo del Real Zaragoza, los ‘play off’ de ascenso disputados con el Elche y el Numancia…. Momentos mágicos y muy bonitos que llevas en tu mochila para toda la vida”.
Un fútbol más profesional
El zaguero, tras tantos de carrera, considera que “el fútbol ha cambiado mucho y en muchos sentidos. Entras en el vestuario y está todo el mundo con el teléfono móvil en las manos, están las redes sociales… Antes era otra cosa. Ha cambiado a mejor, eso sí, porque se ha profesionalizado; por ejemplo, veo que los compañeros cada día se cuidan más, están todo el día pendientes del peso, de no acumular grasa…”.
“Aunque estuve convocado, no llegué a debutar en Primera División y me hubiera gustado hacerlo”, comenta Adrián Ripa, que tiene claro que quiere “seguir disfrutando del fútbol, lo más importante de mi vida después de mi familia. Es cierto que notas que el tiempo va pasando, pero no hay que arrojar la toalla y seguir peleando hasta el último día”.
Con estas Sesiones AFE, Ripa busca “vivir una experiencia nueva. Estoy en forma porque me he estado entrenando, y ahora quiero conocer gente nueva y tener la opción de que te vean y encontrar un equipo en el que seguir jugando”. “Valoro el trato, las instalaciones, los medios que pone AFE… No te falta de nada, te encuentras como en cualquier club”, destaca el zaguero para acabar.
Doble ascenso
Grandes momentos ha vivido también Alberto Martín-Romo (Don Benito, Badajoz, 31 de marzo de 1989) a lo largo de su carrera. Arrancó su aventura en el fútbol en el Don Benito, finalizando esta etapa con 20 años, instalado en Tercera División. Da el salto al Almería para jugar en su filial, llegando a debutar con el primer equipo en Segunda División. Tras cuatro años, ficha por el Leganés, club con el que viví su etapa más gloriosa, pasando en un abrir y cerrar de ojos de Segunda B a Primera a las órdenes de Asier Garitano. “Fue una experiencia única que recordaré siempre”, explica.
Otro momento inolvidable lo vivió en su última etapa profesional, con el ascenso del Granada a Primera División. “Al final, echas la vista atrás y te quedas con los éxitos cosechados, que son esos ascensos que generan una gran unión con los compañeros, vínculos personales que perduran para siempre”, señala Alberto.
Una experiencia maravillosa
Cree que “el fútbol ha cambiado mucho. En Don Benito nos enseñaban a competir, pero cuando llegué a Almería me di cuenta de que el fútbol también te da para aprender otras cosas. En el fútbol profesional tienes que ser tú, sacar tu carácter en todo momento”.
Ahora, tras años de carrera, estima que “lo importante es seguir jugando, seguir sintiéndote importante. La experiencia que estoy viviendo en Sesiones AFE está siendo maravillosa por la gente que estoy conociendo”.
Mira hacia el futuro el mediocampista y recalca para acabar que “me gustaría probar en el extranjero, conocer nuevas culturas y, al mismo tiempo, formarme como persona”.