Checa, un defensa central que no se pone límites

Conocido futbolísticamente como Checa, reconoce José Carlos Caballero (Alcalá del Valle, Cádiz, 9 de mayo de 1998) que su primera experiencia en unas Sesiones AFE está siendo mucho mejor de lo que pudiera esperar.

El joven zaguero de 25 años empezó a destacar con el balón en su pueblo natal y gracias a un torneo entra en la cantera del Sevilla en categoría Benjamín. “Durante cuatro años me llevó mi padre a entrenamientos y partidos, hasta que decide trasladar a toda la familia a Sevilla para ver cumplido mi sueño”, recuerda el jugador.

Hasta el filial

Checa se forma en el club hispalense durante 13 años, hasta instalarse en el equipo filial. Coincide en este trayecto con jugadores como Bryan Gil, Pozo, Amo… En el Sevilla Atlético ya juega en Segunda B y posteriormente en Tercera, “un año que disfruté porque no sabía lo que era el fútbol profesional. Ahí me doy cuenta de quiero ser futbolista, que soy capaz de conseguirlo”.

Tras criarse en el histórico club, el defensa hace las maletas y ficha por el Atlético Baleares, “un paso importante en mi vida, profesional y personal porque era la primera vez que dejaba a la familia. Fue un año complicado; el equipo es ‘top’ y me cuesta encontrar minutos. Llega Navidad y veo que necesito jugar, por lo que me voy al Arenas Club de Getxo, también en Segunda B. Pero llega la pandemia y se para la competición. Un parón que me perjudicó porque estaba haciéndolo muy bien”.

Vuelve a hacer las maletas y se compromete con el Polideportivo Ejido, “un equipo en el que me siento muy importante. Fue un año muy bueno en Segunda B y renuevo. Pero en el segundo año sufro una lesión que me hace parar tres meses”.

En mi última temporada, en el C.D. Utrera, teníamos ilusión porque hacía tiempo que el equipo no estaba en una categoría como la Segunda Federación, pero no fue un buen año. Sin embargo, a nivel personal me he sentido muy importante”.

Checa se define como un “defensa central contundente, pero con buen trato de balón a la hora de salir con el balón jugado. No me arrugo y manejo el balón con criterio. Además, me adapto a los dos perfiles en el centro de la defensa”.

Tiene 25 años y Checa cree que “estoy en un momento de mi carrera en el que necesito una buena oportunidad para dar pasos adelante. No me pongo límites porque soy muy ambicioso, no tengo miedo a nadie. No me considero inferior a nadie y creo que tengo la personalidad suficiente para ir progresando”.

Una experiencia increíble

“Nunca había estado en unas Sesiones AFE, aunque varios compañeros me habían hablado de ellas, dejándome claro que la experiencia es positiva”, dice el futbolista gaditano, que reconoce que “las sensaciones son muy positivas. Adquirimos confianza a todos los niveles, hay un ‘feeling’ increíble… Creo que vamos a estar a buen nivel cuando fichemos por algún equipo”.

“La experiencia es increíble y muy enriquecedora, a cualquier compañero le diría que no dude en apuntarse. Disponemos de materiales que no disponen la mayoría de equipos, grandes instalaciones, medios de todo tipo….”, añade.

“He terminado la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y en un futuro mi idea es seguir vinculado al mundo del fútbol o del deporte en general”, explica Checa para acabar.