Antonio Mateo, un multiusos en ataque para cualquier entrenador
Mediocampista con clara vocación ofensiva, que ha jugado en todas las posiciones de ataque incluyendo la de falso ‘nueve’, el mediapunta disfruta y trabaja a conciencia en esta XXVI edición de Sesiones AFE. Antonio Mateo Gómez (Elda, Alicante, 17 de agosto de 1995) se encuentra en la edad perfecta para rendir al máximo nivel en cualquier club que contrate sus servicios.
“Estoy en la edad ideal para jugar al fútbol”, reconoce el mediocampista alicantino, que subraya que “no me ha podido pasar nada mejor que estar en estas Sesiones AFE”.
Afiliado a la Asociación desde hace un año, “un amigo me dijo que me apuntara, algo que recomiendo a todos mis compañeros porque los elegidos somos unos privilegiados”. “Es una pasada estar en Sesiones AFE”, exclama.
Zidane y Ronaldinho
“Estamos como reyes. Entrenamientos, buena alimentación, fisios, nutricionistas, descanso… Tenemos de todo y no nos podemos quejar de nada, empezando por unas instalaciones de lujo”, añade el futbolista.
Mediocentro en sus comienzos, que ahora puede actuar en diferentes posiciones en el frente del ataque, reconoce que donde más cómodo se siente “es de mediapunta o incluso de falso nueve”, señalando a “Zidane y Ronaldinho como los futbolistas que más me han marcado”.
Forma parte de una familia amplia, tanto por parte de padre como de madre, pero curiosamente “a nadie le gusta el fútbol”, explica Antonio, que recuerda que “empecé tarde a jugar al fútbol, porque en el colegio jugaba al fútbol sala. Al ser de Elda, me apunté al Eldense casi en categoría Infantil, con 12 años”.
Comienza entonces un periplo que le hace pasar por Alcoyano, Ilicitano y Eldense de nuevo, llegando a debutar en Tercera División. Quiere poner en valor, eso sí la categoría de Preferente, “en la que hay buenos equipos y buenos futbolistas, que ganan su sueldo y viven del fútbol. En Tercera podrían jugar muchos de esos compañeros porque tienen nivel”.
Nueva vida en Formentera
Tras varios años en su tierra, decide dar un giro radical a su vida y pone rumbo a Formentera, “para trabajar, vivir, cambiar de aires”. Allí, una vez superada una lesión en una rodilla, comienza a entrenar con el filial del equipo de la isla. “No conocía a nadie y hasta llego a jugar en un equipo de fútbol sala”, destaca.
Probó con el primer equipo, pero el entrenador de entonces no apuesta por él y Antonio decide regresar a la tierra, viviendo sus últimas experiencias, en Tercera División, en el Novelda y posteriormente en el Crevillente, disputando un buen número de partidos.
“Ha sido todo muy difícil por la pandemia y por algunas lesiones musculares que me han cortado la regularidad”, comenta al revivir Antonio sus últimas experiencias, aunque ahora trabaja a conciencia en las instalaciones de Oliva Nova. “Quiero disfrutar de esta experiencia y aprovecharla. He venido con la ilusión de que me salga una buena oferta. Si tardo un poco, no pasa nada si consigo jugar en algún club”, comenta el jugador.