Álex Lorenzo, compromiso, intensidad y hambre por triunfar
“Cuando te llama la asociación para participar en Sesiones AFE, no te lo piensas… Estaba deseando incorporarme”. Alejandro Lorenzo Fernández (Ponferrada, León, 5 de abril de 2000) se incorporó con la edición número 31 para ocupar la plaza de un compañero que encontró equipo, toda una alegría para el joven futbolista de 23 años.
“No las conocía personalmente, pero sí de seguirlas en redes sociales y siempre me habían llamado la atención. Es que AFE pone todo a disposición de los futbolistas…”, dice el extremo, que añade que “haces una pretemporada a nivel profesional. La preparación me le esperaba así por lo que había visto desde fuera, y la verdad es que es que es muy buena. Tienes todo, hotel, staff técnico, buenos entrenamientos, recuperación con los fisios, asesoramiento en cuanto a nutrición…”.
Polivalente
“Me considero un futbolista polivalente. Me gusta jugar de mediapunta o interior, pero en los últimos años he jugado más de extremo”, comenta, añadiendo que “me gusta meterme por dentro, jugar entre líneas, a la espalda de la defensa rival… Creo que tengo inteligencia a la hora de romper una defensa. Nunca me va a faltar el compromiso, la intensidad y el hambre por hacer las cosas bien”.
De los más jóvenes de la edición 31, sus expectativas son altas: “La verdad es que, como me dice mi familia, sólo miro el presente, que es trabajar, trabajar y trabajar… Es difícil llegar a Primera o Segunda División, pero no me marco objetivos. Un día estás arriba y otro, abajo. Los veteranos de estas Sesiones AFE te hablan de lo que es la realidad, empezando por una mala toma de decisiones a la hora de elegir equipo”.
Álex Lorenzo empezó en el Santa Marta, en un barrio de Ponferrada, a los 4 años, y tiempo después “doy el salto de calidad al fichar por la Ponferradina. Tengo la suerte de hacer una pretemporada con el primer equipo a las órdenes de Jon Pérez Bolo, justo la temporada del ascenso a Segunda División. En esa época coincido con grandes futbolistas y personales, como Óscar Sielva, Yuri, Isi…”.
Ese año está en el filial, “aunque había entrenado con el primer equipo en diferentes momentos”, y de ahí “ficho por el Atlético Astorga, club al que le doy las gracias porque paso de jugar en Preferente a Tercera División. El club me brinda una buena oportunidad y se lo agradezco porque en ese momento no tengo equipo y ellos me dieron una oportunidad. Se creo una gran familia y aprendí muchísimo…”.
Integrante durante años de la Selección de Castilla-León, disputando hasta cinco campeonatos de España de selecciones autonómicas, el jugador ha vivido su última etapa profesional en el C.D. Guijuelo gracias a que el entrenador le conocía. “La primera temporada fue muy buena, marcando 4 goles en 33 partidos, jugando mucho… La verdad es que me fue bien ese año, disputando la final de la Copa Federación ante el Córdoba”.
De esa época también recuerda “los momentos vividos en la Copa del Rey ante el Rayo Vallecano., al que tuvimos contra las cuerdas, sin olvidar el ascenso logrado a Segunda Federación con un muy buen equipo”.
“Es que mis tres últimos años han sido muy buenos, pues en la última temporada, también de locos en el C.D. Guijuelo, por un múltiple empate no entramos por ‘gol average’ para luchar por el ascenso a Primera Federación”, lamenta el futbolista.
Aprendizaje
“Soy joven, pero atesoro un gran aprendizaje ya en la maleta, de lo que me siento muy orgulloso. Todo lo vivido me ha servido mucho para madurar. Me he encontrado con compañeros que me han ayudado a progresar”, destaca.
Por otra parte, no olvida su formación y ya ha acabado TAFAD (Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación Deportiva), estando pendiente de terminar un master en Big Data por la UCAM. “Mi formación académica no la descuido porque la vida de futbolista es corta. O ganas mucho dinero o no te queda otra que trabajar en otro ámbito en el futuro”, sentencia para terminar.