Álex Cobo, del Real Madrid al Atlético en sólo dos semanas
Si Real Madrid y Atlético se fijaron en él, por algo será. Alejandro Cobo Padillo (Sant Boi de Llobregat, Barcelona, 6 de julio de 1995) vive con 27 años una etapa de madurez que le convierte en un guardameta solvente para cualquier equipo. En estas Sesiones AFE, trabaja a conciencia para que en breve pueda cerrar un nuevo contrato.
El guardameta catalán, con 27 años recién cumplidos, reconoce que “en la última temporada, en el Arosa S.C. en Segunda RFEF, me he sentido más maduro en relación a las anteriores. Había estado en un filial años anteriores, donde no maduras tanto como en un equipo senior”.
Empezó jugando en el colegio sin grandes pretensiones, “no tenía pensado dedicarme al fútbol, pero se me daba bastante bien y poco a poco fui ascendiendo”.
Una semana en Valdebebas
Tanto, que en categoría Juvenil “me llamó el Real Madrid para hacer unas pruebas. Su ojeador en Cataluña me vio en un partido que disputé ante el Cornellá y me lo propuso. Estuve una semana trabajando en Valdebebas, pero finalmente no me ficharon”.
El club que sí lo hizo fue el Atlético de Madrid dos semanas después, “pero me cedieron al Nástic de Tarragona y con 16 años salgo de casa por primera vez. Es una época en la que ya me doy cuenta de que esto va en serio”.
Posteriormente, estuvo dos años en el Lleida, en Segunda B, “época en la que jugamos un ‘play off’ para ascender a Segunda, pero caemos ante el Sevilla Atlético”. Aquellos tiempos, viviendo lejos del hogar, le hicieron madurar, “aprendí mucho”.
Cristóbal Parralo, que le conocía bien, le ofrece emigrar a La Coruña y se integra en la disciplina del filial del Deportivo, cuando el primer equipo estaba en Primera. “Logramos el ascenso en un ‘play off’, ganando a la hora de la verdad al Cacereño. Me ofrecieron renovar y empiezo a alternar entrenamientos con el primer equipo”.
Tras el descenso del Deportivo, Álex Cobo sigue en el filial, “pero entrenando con el primer equipo. Trabajar con esos jugadores, viajar con ellos, etc., te ayuda a madurar”. “La espinita que tengo clavada es que no pude debutar con el primer equipo”, reconoce.
“Mi última temporada en La Coruña es la de la pandemia y al no renovar, me voy al Arousa S.C. porque estaba muy cómodo en Galicia. Allí, en Tercera, había un buen proyecto para ascender a Segunda RFEF. Fui importante para el equipo y alcanzamos el objetivo”, señala el portero.
Gente maravillosa
Tras no renovar al final de la pasada temporada, “aunque me lo ofrecieron”, Álex decide “tomarme un tiempo para pensar y por ello decidí apuntarme a Sesiones AFE porque me lo recomendaron compañeros que habían estado. Me hablaron de las instalaciones, las condiciones de trabajo… En una palabra, que iba a disfrutar mucho. Y, por supuesto, es mejor trabajar en grupo que en solitario”.
“Estoy muy contento del trabajo que hacemos en Sesiones AFE, intenso y muy profesional en todo momento. Ahora el objetivo es ponerme en forma y encontrar un equipo cuanto antes”, explica.
El guardameta destaca que “es una experiencia única por los medios que pone a tu disposición la asociación. Desde el primer día me doy cuenta de que hay gente maravillosa y muy profesional en Sesiones AFE”.
Tiene muy presente, para terminar, el día de mañana y recalca que “en mi época en el Depor, que tenía su propia escuela de entrenadores, me saqué los dos primeros niveles de entrenador. Tengo pendiente llegar hasta el último y también sacarme la titulación de preparador de porteros”.