Diego Manzano, rapidez y explosividad en la banda
Encantado de ejercer de capitán del equipo en estas Sesiones AFE XXIX, Diego Manzano Barranquero (Guadalajara, 18 de febrero de 1987) mantiene la misma ilusión que siempre por el fútbol, pendiente del teléfono, a la espera que una buena oferta que le lleve a un nuevo lugar en el que ejercer su profesión.
En Azuqueca, su pueblo, empieza a jugar siendo un niño y “a los 7 u 8 años, el Real Madrid se fija en mí y me propone hacer las pruebas. Me cogieron y estuve dos o tres años. Esa etapa te da una visión importante, empiezas a pensar que tal vez puedas dedicarte al fútbol”.
“En categoría Cadete, ves que vas jugando mucho, que te siguen diferentes clubes y ahí ya piensas que puedes ser futbolista”, explica el extremo.
Ascensos
En categoría Juvenil, jugó una temporada en Preferente en el Sporting Cabanillas, “un gran año y en el que me trataron muy bien”, marcando 23 goles y dando un buen número de asistencias. Ello le permite hacer a continuación la pretemporada con el primer equipo del Guadalajara, estando el equipo en Segunda B. “Y el entrenador decidió que me quedara”, recuerda.
“Las temporadas en Guadalajara las voy a recordar como las mejores, he disfrutado muchísimo jugando en el equipo de mi pueblo”, recalca, aunque no puede olvidar “mi primer ascenso, con el Conquense, que fue una pasada”.
Igual que cuando echa la vista atrás se emociona con el ascenso del Albacete a Segunda División, “el momento que ves el fútbol profesional delante de ti en todo su esplendor, porque aprecias que hay un escalón entre la Segunda B y el fútbol de élite”.
Una inoportuna lesión en una rodilla no le permitió cumplir el sueño de jugar en Segunda División: “Hice la pretemporada, pero el club rescindió mi contrato, firmando a continuación por el Guijuelo”. Tras pasar unos meses por el Leioa, las últimas tres temporadas las ha vivido en el Conquense.
Dice Diego Manzano que “me ha quedado la espinita clavada de no jugar en Segunda División, aunque yo me veía preparado para hacerlo”.
Rápido y explosivo
“Siempre me he encontrado muy cómodo en los extremos. Soy un jugador rápido y explosivo, me gustar llegar hasta la línea de fondo y poner muchos centros”, relata a la hora de definirse, aunque subraya que “al evolucionar tanto el fútbol, aprendes a jugar en otros sitios, entrar por dentro, jugar en la banda que no es la natural…”.
Incluso, dice, “mi buena llegada hace que algunos entrenadores también me hayan colocado como lateral”.
Diego decidió apuntarse para participar en Sesiones AFE “porque es un muy buen escaparate, las siguen muchas personas y se hace un gran trabajo. Además, te pones en forma porque estamos en rutina de equipo profesional. Tienes gimnasio, fisios, suplementos nutricionales, reconocimientos médicos exhaustivos… La Selección AFE Fútbol es un equipo profesional, en resumidas cuentas”.
Ya para terminar, Diego siempre se ha preocupado por su formación y por ello destaca “la importancia de las becas de AFE. Siempre estudio algo, algún postgrado, me gusta todo lo relacionado con la Gestión y Administración de Empresas… En fin, tienes que estar formado para acudir al mercado laboral cuando se acabe el fútbol”.
