Entrevista a Joan Capdevila: “Me gustaría que la liga fuera un torneo mucho más competitivo”
Un año después de colgar las botas, Joan Capdevila repasa su carrera para ‘O11CE Metros’ en una charla en la que valora la importancia del grupo por encima del equipo y recuerda a los padres que los niños solo deben disfrutar del fútbol sin pensar en el futuro.
Cuando Joan Capdevila se calzó en 1996 las botas de tacos en la UE Tàrrega, el equipo de su pueblo, nunca imaginó todo lo que el destino le tenía preparado. Debutó en Primera dos años después y tras pasar por el Espanyol, el Atlético de Madrid y el Deportivo de la Coruña, se vistió en 2002 la camiseta de la selección española, con la que hizo historia al levantar la Eurocopa 2008 y el Mundial de Sudáfrica 2010. Inquieto, amigable y siempre compañero fiel y dispuesto a ayudar, ha pasado su primer año lejos del césped. Ahora tiene tiempo de recordar aquellos años maravillosos y de pensar en el futuro, que de momento pasa por estar vinculado al fútbol pero lejos de los banquillos.
Te retiraste el año pasado tras muchas temporadas en la élite, ¿qué pensaste el día después de colgar las botas?
Que había sido feliz. Es cumplir un sueño, he hecho lo que más me ha gustado, he estado en la élite, he disfrutado muchísimo y me quedo con las buenas experiencias. Te retiras, pero el gusanillo del fútbol no lo dejas, siempre que hay una posibilidad de ponerse las botas ahí estoy yo preparado.
¿Echas algo de menos?
Sí, sobre todo la rutina de ir a entrenar, los partidos, ir a los estadios, ver a la gente, lo que es el fútbol… Ahora los fines de semana son muy distintos. Todo se echa de menos, pero lo recuerdas con satisfacción.
¿Qué dirías que es lo mejor que te ha dado el fútbol?
Lo mejor es todo lo que he podido vivir. Gracias al fútbol he podido viajar, he estado en muchos países, he visto nuevas culturas, he conocido mucha gente. Y del fútbol me llevo esto. Está claro que luego están los títulos a título personal, pero lo más importante es lo que has podido vivir, viajar y ver en primera persona.
Y a lo largo de tu carrera ¿qué experiencia recuerdas con más cariño?
Primero fue la Olimpiada del 2000, que fue una experiencia increíble. Participar en unos Juegos Olímpicos es algo espectacular y único. También recuerdo las eurocopas en las que estuve, la de Portugal y la de Austria y Viena, y luego la del Mundial y la de la Copa Confederaciones. Vivir un mes con los compañeros es una experiencia muy buena.
¿Qué compañero o entrenador te ha marcado de forma especial?
En mi caso, tengo la suerte de poder decir que nunca he tenido un problema con nadie. Siempre he intentado ser un gran compañero, por encima de jugador. Con Santi Cazorla, por ejemplo, me llevo extraordinariamente bien, igual que con Jorge Andrade. Quizá hay entrenadores con los que también tienes más feeling, como fue el caso de Pellegrini, que fue un técnico que me marcó muchísimo en Villarreal.
Cuando se te acercan ahora los niños y te dicen que quieren ser Cristiano o Messi, ¿qué les aconsejas?
Los niños deben disfrutar. Nada más. Ahora veo que los padres de los niños o nosotros mismos somos un problema. Me gustaría que los padres se concienciaran de que los niños solo se tienen que divertir, sin pensar si tendrá o no la opción de ser profesional. Y es vital prepararse para lo que es una vida normal, para intentar buscar una motivación laboral y en un futuro, porque no todos van a llegar a ser profesionales.
¿Qué quitarías o cambiarías del fútbol?
Me gustaría que en el aspecto profesional la Liga española fuera más competitiva, porque solo hay dos o tres equipos que pueden ganar el título y el resto arrancan el campeonato con el objetivo de sobrevivir.
El VAR ya es un primer gran cambio. ¿Qué te parece su puesta en funcionamiento?
El fútbol también debe evolucionar y al VAR hay que darle una oportunidad. Probablemente en unos años veremos el VAR como algo normal, porque al fin y al cabo es una apuesta tecnológica que llega para mejorar todavía más el espectáculo.
Mencionabas antes tu etapa como internacional, en la que coincidiste con Luis Aragonés. ¿Qué supuso para ti su figura?
Trabajar con Luis Aragonés fue un espectáculo, no había visto a un entrenador tan peculiar como él, tan diferente. Recuerdo que fuimos a la Eurocopa recibiendo muchas críticas, y él cambió la dinámica. Dejó fuera de la lista a Raúl y Míchel Salgado y buscó hacer un buen grupo y lo gestionó a la perfección, algo que considero clave. Luis era el Sabio por algo y nos quitaba toda la presión, nos hacía muchas bromas, y tú salías al campo sin esa responsabilidad del temor a fallar. Al contrario, te transmitía confianza porque el talento lo teníamos.
Y de ahí, a campeón del mundo…
Sí. A Sudáfrica llegamos en carrerilla y con la buena batuta de Del Bosque. Vicente es muy listo, muy prudente y prácticamente hizo lo mismo. Cada entrenador tiene sus dos o tres variantes, pero la tónica de la selección era similar. Hicimos unos retoques y ganamos el Mundial cuando nadie lo esperaba.
¿Cómo recuerdas esos años con la Roja?
Ganar una Eurocopa y un Mundial fue increíble. Y, además, aquella generación fue extraordinaria y tuve la fortuna de estar en el lugar y momento adecuados. Fue como si me tocase la lotería. Ahora el objetivo es poder repetir aquellos éxitos, por eso se trabaja bien en las categorías inferiores, para que haya un futuro asegurado. Jugadores como Lucas Vázquez, Asensio, Vallejo… todos vienen de un trabajo de años y espero que tengan la misma suerte que nosotros, porque están capacitados y son mejores que nosotros.
“Ganar la Eurocopa y el Mundial fue como si me tocase la lotería”
“El fútbol me ha dado mucho más que yo a él.” ¿De quién es esta frase?
¡Es mía!, y solo hay que verme. El fútbol me ha dado tanto que a veces pienso que yo le he dado casi nada. Estuve en el lugar adecuado y fui un privilegiado. Basta con mirar la foto del once titular de la final del Mundial, cuando todos eran del Madrid o del Barcelona, excepto uno del Villarreal…
Ahora estás haciendo el curso de entrenador, ¿te ves en el banquillo en un futuro?
Por el bien del fútbol espero que nadie me contrate (risas). Mi intención de momento no es entrenar, pero es importante formarse. Ha sido un curso muy provechoso, he aprendido muchísimas cosas, y ahora nos queda todavía el PRO del año que viene para tener el título completo. A hora ves cosas que cuando jugabas ni considerabas.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Me gustaría seguir vinculado al fútbol, pero no estar por estar, sino hacer algo que me realice y ser útil. Y si no se puede estaré mucho más tiempo con mi familia, ya que ahora los momentos que paso con mis hijos los disfruto muchísimo más.
Entrevista publicada en el segundo número de nuestra revista O11CE METROS.