José Luis Sánchez Barrios

AFE cumple 46 años / Los recuerdos de Sánchez Barrios: “Nos tildaban de ‘rojos’ y nos reuníamos en la clandestinidad” 

Fue de los que en aquellos tiempos estuvo en primera línea. Trabajando, sobre todo luchando, para que al futbolista se le respetara como trabajador que es. Tiempos en los que la semilla que dio origen a la Asociación de Futbolistas Españoles comenzaba a germinar. En este 23 de enero de 2024, día en el que AFE cumple 46 años de vida, la palabra de José Luis Sánchez Barrios (Madrid, 28 de abril de 1949) merece ser escuchada para conocer sus recuerdos sobre aquellos tiempos tan complicados, pero al mismo tiempo emocionantes, ya que el colectivo alcanzó el objetivo que se marcó: poner la primera piedra de un sindicato que hoy en día es ejemplo a nivel mundial.  

Sánchez Barrios firmó una gran carrera deportiva, pero también se le recuerda por su espíritu combativo y solidario lejos de los terrenos de juego. Un futbolista que se preocupó siempre por los problemas de sus compañeros más necesitados, pensando en todo momento en velar por sus justos derechos.

Juanito y Esteo 

Futbolista que pasó por Boetticher C.F., Ontinyent C.F., C.D. Colonia Moscardó, U.D. Salamanca, Real Madrid y Sevilla F.C., Sánchez Barrios recuerda que “AFE nace por las inquietudes de los futbolistas, excluidos de la Seguridad Social y sometidos al derecho de retención impuesto por los clubes, sin olvidar el tema de la fiscalidad. Se nos consideraba un gremio de ricos, cuando la realidad es que no veíamos un duro de los traspasos millonarios entre clubes. Hoy el jugador tiene reconocido por ley un 15% cuando a nuestro alrededor se movía mucho dinero más allá de lo firmado en el contrato. El derecho de retención se aplicaba en el transcurso de toda nuestra vida deportiva e impedía cualquier decisión de cambiar de club una vez acabado el contrato. Era una argolla, éramos como presos”, resalta. 

Recuerda que “los primeros en dar el paso al frente fueron Juanito y Manuel Esteo, aunque ya había movimientos en muchas plantillas. No me puedo olvidar de compañeros como Robi, Del Bosque, Quino, Movilla, Sabaté… O de abogados que fueron muy importantes como Cabrera Bazán. La sociedad estaba muy dividida y una parte nos llamaba peseteros y millonarios, cuando la clave, la razón de ser del nacimiento de AFE, es que queríamos ayudar a los más modestos, no sólo a los jugadores de Primera”. 

“Había temor y se producían reuniones que se podían considerar clandestinas”, indicando que, en el caso de Andalucía, “nos juntamos integrantes de diferentes equipos para debatir. Quino fue de los primeros jugadores que se rebeló cuando estaba en el Betis, negándose a jugar cuando tenía hecho un traspaso al Valencia y se le impidió por el derecho de retención. Prácticamente, nos reuníamos en la clandestinidad, pero la realidad es que el espíritu de lucha por defender nuestros derechos iba germinando por todas partes”. 

Sánchez Barrios denuncia que “hasta teníamos prohibido ir a Magistratura de Trabajo y hasta que no se logró aunar al colectivo no se consiguieron los avances de los que hoy disfrutan los futbolistas”, y hace una mención especial “a muchos compañeros que fueron víctimas tras la primera huelga. Todo el que apoyaba a AFE estaba mal visto, era un maldito y hasta se le tildaba de ‘rojo’. Hoy, por el contrario, pertenecer a AFE es motivo de orgullo”. 

Insiste en este tipo de hechos y señala que “en mi caso, me llegaron a vincular a Comisiones Obreras y que quería dinamitarlo todo, llegando a tener que ir a un juzgado por ello. Algo incomprensible, porque yo sólo he militado en la Asociación de Veteranos del Real Madrid y en AFE, no he estado nunca vinculado a más asociaciones”. “Es que hasta se manipulaban entrevistas, cortándose las declaraciones, como me sucedió a mí cuando me entrevistó RTVE coincidiendo con la primera huelga”, señala Sánchez Barrios. 

A las 10 en casa

El exfutbolista, luchador incansable en aquellos tiempos, no puede olvidarse de Pablo Porta, entonces presidente de la RFEF, “que ya sabemos cómo era… Todo estaba manejado y a los futbolistas nos costaba mucho conseguir lo que considerábamos justo. Había listas negras y muchos desaparecimos del fútbol, a pesar de tener edad para continuar jugando, sólo por nuestro carácter reivindicativo y sindical”. 

Como anécdota, Sánchez Barrios no olvida que “no podíamos ni ir al cine, porque teníamos que estar a las 10 de la noche en casa. Incluso, personas de los clubes se presentaban en nuestros domicilios para firmar un papel que confirmara que así era. Había castigos de lo contrario, algo que no se podía tolerar”. 

“Para que AFE viera la luz, algo que considero vital, la clave fue la unión del colectivo. En aquellos tiempos había una gran concienciación por parte de los futbolistas, de cuya lucha se aprovecha el futbolista de hoy, que goza de un estatus diferente y mucho mejor”, dice, incidiendo en que “a la hora de redactar los Estatutos de AFE, fuimos artículo por artículo, un trabajo muy arduo porque ninguno de nosotros era abogado. Sin embargo, todos teníamos una inquietud, que era lograr el objetivo que finalmente se alcanzó”. 

El impago de deudas fue otra de las claves del nacimiento de AFE, “porque llegabas a un club con grandes aspiraciones y si empezaba a fallar, se dejaba de pagar al futbolista. Denunciabas la situación y no valía de nada. Muchas veces, los futbolistas mandaban a las mujeres y los hijos a casa de los abuelos o estabas obligado a compartir piso para ahorrar gastos. Con el paso del tiempo, AFE logró que se cobrara lo que nos debían”. 

Siempre inquieto, Sánchez Barrios se preocupó por “un asunto que apenas se conocía en España como son los derechos de imagen. Trabajé mucho en esta cuestión al saber, por FIFPRO, que llegaba dinero a través de este concepto a las asociaciones de Italia o Francia”. Tiempos difíciles los primeros de AFE, “porque no teníamos dinero, por lo que hasta nos amenazaron con cortarnos el teléfono y la luz en un piso de alquiler que teníamos en el Barrio de la Estrella”.  

Sánchez Barrios y sus compañeros trabajaron mucho para que AFE alcanzara una necesaria estabilidad económica. “Yo gestionaba el tema de la publicidad y, por ejemplo, cuando llegó el Mundial de España en 1982 hicimos una promoción con Coca Cola y sacamos un dinero importante”, explica, “igual que firmamos contratos con las empresas que editaban los cromos, empresas de chicles o del sector alimenticio. Acciones que supusieron una liberación económica para el sindicato”. 

AFE, hoy 

No puede olvidar un momento muy importante, que fue la disputa en 1983 del primer partido a beneficio de AFE, en el que un combinado de jugadores de la Primera División se enfrentó a Rumanía. Encuentro, recuerda, “que organicé yo junto a Quinocho, legendario exfutbolista y gerente del Celta de Vigo. Recuerdo que El Corte Inglés fue nuestro patrocinador y nos dio 3 millones de pesetas, que sirvieron para liberar un aval bancario por ese importe avalado por varios miembros de la junta directiva a título particular, arriesgando su propio patrimonio”. 

Un inolvidable partido, “que disputó Maradona, tras hablar con su representante. La verdad es que el partido funcionó muy bien, después de negociar con los clubes que cada club cediera a tres futbolistas”. Y así relata cómo Di Stéfano se sentó en el banquillo para dirigir al equipo español: “No teníamos entrenador porque muchos no se atrevían, estaban escondidos… Fuimos a la Ciudad Deportiva del Real Madrid para hablar con Alfredo y nada más llegar, sin darnos tiempo a hablar, nos dijo simplemente ‘Ya tenéis entrenador’, sin más… Siempre fue un y, sobre todo, muy solidario con sus compañeros”. 

“Es un orgullo ver a AFE cómo está ahora”, reconoce Sánchez Barrios, que no quiere pasar la oportunidad de poner en valor “a una persona que siempre ha estado vinculada al sindicato y que merece todo mi respeto como es José Antonio Camacho. Una persona que siempre está cuando se le necesita para lo que sea, que da prestigio y crédito a la asociación. Un grandísimo compañero, dentro y fuera del campo”. 

“No siempre en AFE las aguas han estado tranquilas. Debido a la gestión de Luis Rubiales, varios compañeros denunciamos abuso y falta de trasparencia. Hoy podemos estar tranquilos. Felicito a la actual junta directiva que preside David Aganzo porque lo está haciendo muy bien”, dice para terminar Sánchez Barrios.

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