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Convenio colectivo femenino

Primer aniversario de la firma del Convenio Colectivo femenino: “Queda mucho por hacer, pero las niñas de hoy ya pueden soñar con ser futbolistas”

  • David Aganzo, presidente de AFE: “Lo más emocionante, ver reflejada la alegría en el rostro de nuestras compañeras”
  • Fe Robles, vicepresidenta de AFE: “Hemos pasado del barro a la hierba y ahora estamos en la fase de pasar de la hierba al cielo”
  • Ainhoa Tirapu, exfutbolista: “La unión de las futbolistas fue determinante”
  • Natalia Pablos, exfutbolista y delegada de AFE: “Las niñas de hoy ya van a poder soñar con ser futbolistas”
  • María José López, codirectora de la asesoría jurídica de AFE: “Fue un hitó histórico, la igualdad debe entrar con fuerza en el mundo del fútbol”

Más de 40 años protagonizando hechos históricos, más de 40 años de lucha para defender los derechos del colectivo de futbolistas. La actividad de AFE es constante, siempre tiene nuevos retos que afrontar, nuevos hitos que firmar. El 2020 será recordado por un hecho histórico largamente esperado que nuestra Asociación lideró: la firma del Convenio Colectivo para las futbolistas de Primera División. Un hecho que de enorme trascendencia y que tuvo un impacto espectacular y no sólo en España. Se cumple el primer aniversario de un hito que traspasó fronteras y que puso de manifiesto la fortaleza del colectivo de futbolistas, que gracias a su unión consiguió que sus derechos laborales sean respetados como se merecen.

Tras más de un año de negociaciones, el 18 de febrero, en la sede de AFE, se firmaba el Convenio Colectivo por parte de todos los integrantes de la mesa negociadora. Una foto para la historia. El colofón tuvo lugar al día siguiente en el Congreso de los Diputados en un protocolario acto impulsado por AFE, al que asistieron representantes de todas las fuerzas políticas y presidido por Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados.

Emocionante

David Aganzo, presidente de AFE, afirma que “la firma del Convenio Colectivo ha supuesto un antes y un después en la historia del sindicato, también para las futbolistas de Primera División. En pleno siglo XXI era absolutamente necesario, pues firmar convenios es la razón de ser de un sindicato”.

Comenta el dirigente que “lo más emocionante fue ver reflejada la alegría de las futbolistas en sus rostros, aunque también es verdad es que hubo momentos de tristeza. Digo esto último porque se sufrieron momentos muy duros en los que las futbolistas vivieron en carnes propias la dificultad de alcanzar un acuerdo. Sufrieron mucho y prueba de ello es que ejercieron su derecho a huelga, histórica como la primera que firmaron los hombres”.

“Ellas saben perfectamente lo que se ha luchado por tener este convenio”, dice Aganzo, que sintió “orgullo al acudir al Congreso de los Diputados con una representación de nuestras compañeras para rubricar la firma del documento”. “AFE siempre ha estado junto a las futbolistas, siempre apoyándolas en todas las reuniones de la mesa negociadora, que se alargaron durante más de un año. Ha sido ellas las que han estado detrás, unidas y cerca del sindicato”, señala.

Sí reconoce el presidente de AFE que “sufrieron presiones y he visto llorar a futbolistas tras la firma de ese convenio. Hicimos una asamblea semanas antes para unificar criterios y saber perfectamente en qué dirección ir. En ese momento me di cuenta que estaban unidas y que harían lo necesario para conseguir el convenio. Aquel momento, cuando decidieron ir a la huelga, sirvió para desatascar la situación, fue cuando las futbolistas mostraron su músculo…”.

Y, para terminar, recalca que “recibimos muchas llamadas, a nivel internacional hemos sido un ejemplo de unión, de sacrificio… Creo que nuestras compañeras no valoran lo que han conseguido; dentro de 10 o 20 años verán que este momento es histórico, como sucede cuando hablas con Del Bosque o Asensi sobre los inicios de AFE”.

La unión

Legendaria exfutbolista, fundamental en las negociaciones que alumbraron el convenio, Ainhoa Tirapu dice que un año después “podemos celebrar que subimos el primer escalón, iniciar un camino por el que seguir creciendo como futbolistas, pero también es verdad que no nos podemos relajar; hay que seguir luchando porque todavía quedan muchos objetivos por conseguir. La base es la unidad que mostramos las futbolistas durante las negociaciones para poder seguir creciendo en la defensa de nuestros derechos”.

Guardameta de referencia en el fútbol español durante años, Ainhoa recuerda que durante las negociaciones “tuvimos que trabajar muchísimo. El convenio ha protegido a las futbolistas durante la pandemia, pero, insisto, quedan muchas cosas por hacer y hay que seguir luchando por los derechos de las jugadoras porque queda por delante un camino apasionante”.

 La fuerza de la igualdad

“La firma de este convenio supone romper con un anacronismo histórico”, expone para empezar su análisis María José López, codirectora de la asesoría jurídica de AFE, porque “era extraño que, en una sociedad como la nuestra, que se considera igualitaria, sólo tuvieran convenio los hombres en el ámbito del deporte. Esto es impensable en otros ámbitos laborales. No cabe duda de que es un hito histórico, el concepto de la igualdad debe entrar con fuerza en el mundo del fútbol”.

La abogada significa que “siempre se dice que el fútbol actúa como ‘efecto tractor’ en el ámbito del deporte, pero también en el concepto de los derechos. Sin duda alguna, otros muchos deportes se fijarán en este Convenio Colectivo para acercarse y establecer unas mínimas reglas de juego en cuanto a derechos laborales”. No duda, eso sí, que “hay muchas cosas que mejorar y un largo camino por recorrer, pero ya tenemos una base asentada; tenemos una patronal y sindicatos que negocian obligatoriamente para reconocer unos derechos laborales”.

“Lo que cuesta entender es que en plena época en la que tanto se habla de igualdad, existan escenarios en los que hay elementos discriminatorios entre hombres y mujeres cuando hablamos de las mismas relaciones laborales. Estamos en pleno siglo XXI”, insiste, y no se refiere “a la brecha salarial, algo que siempre hemos puesto sobre la mesa; no se aspira a ello en este momento, en un futuro, quizás… Hablamos del reconocimiento mínimo como trabajadoras, que tengan regulada su jornada laboral, antigüedad, incapacidad… Todo lo que implica tener una relación laboral”.

“Cuando se firmó el Convenio Colectivo nos llamaron de otros países, incluso tuvimos alguna reunión con compañeros latinoamericanos”, apunta María José, que no duda al afirmar que este convenio “es un referente en todo el mundo y puede servir de ejemplo en muchos países”.

“Lo importante es haberlo firmado, tener reguladas las relaciones laborales. Queda por delante mejorarlo, sin duda alguna, y aclarar alguna reivindicación, como definir este convenio; consideramos que es de franja y es necesario ese reconocimiento con un cambio normativo”, expone, recalcando que “este aspecto debe ser uno de los caballos de batalla de AFE. Ampliarlo y desarrollarlo de acuerdo a la potencialidad que tiene ya el fútbol femenino y que tendrá en el futuro”.

Natalia, ejemplo y leyenda

Legendaria futbolista, ahora delegada de fútbol femenino de AFE, Natalia Pablos no olvida “todo el camino que hemos tenido que recorrer hasta llegar hasta aquí. Recuerdo que hace diez años las jugadoras no teníamos, por ejemplo, una infraestructura de cuerpo técnico. Te lesionabas y el proceso para que te viera un doctor era bastante largo, igual que los períodos de recuperación. Con este convenio, y es muy importante, está contemplado el asunto de las lesiones”.

Echa la vista atrás y recuerda que “muchas compañeras compaginaban su vida futbolística con la laboral, ya que las condiciones no eran las de ahora, empezando por los salarios. Todas sabíamos que debíamos dedicarnos a otra cosa. Recuerdo a futbolistas que no pudieron compaginar ambas facetas y optaron por dejar el fútbol”.

“La jornada de huelga supuso un antes y un después. Fue algo histórico. Las futbolistas se dieron cuenta de que tenían mucha fuerza si estaban unidas. No creo que fuese agradable, nunca gusta llegar a este tipo de situaciones, pero en ese momento se hicieron respetar y gracias a esa acción se pudo firmar el convenio”, dice convencida, reconociendo que “el día del acto de formalización celebrado en el Congreso de los Diputados se vivieron emociones diferentes. Alegría, por supuesto, pero también alivio por todo el trabajo hecho durante meses por parte de las futbolistas”.

Natalia dice convencida que “el fútbol femenino se ha ganado un respeto ante la sociedad. Éramos las deportistas olvidadas y con este convenio nos hemos ganado ese respeto, aunque todavía queda mucho margen de mejora”. Considera, por otra parte, “muy importante este convenio para las nuevas generaciones. Las niñas de hoy ya van a poder soñar con ser futbolistas profesionales, con unas bases bien asentadas y una protección. Ahora el fútbol te exige mucho más, pero las chicas tienen más opciones de jugar en todas las categorías y en muchos sitios de España. Creo que se está trabajando muy bien en la base y es clave para que muchas jóvenes tengan éxito en Primera División”.

“Lo más injusto que recuerdo de mi época de futbolista es que trabajábamos igual que los hombres, pero en diferentes horarios; ellos tenían los mejores medios, mientras que nosotras estábamos desamparadas. Yo soñaba con tener esos medios, una protección, y creo que, afortunadamente, se ha conseguido con el convenio”, subraya. “Hace años era impensable que se abrieran tres o cuatro estadios grandes para albergar un partido de fútbol femenino y que hubiera una gran afluencia”, resalta Natalia.

La exfutbolista recuerda que “antiguamente escuchabas algún grito inoportuno desde la grada, pero en general los espectadores de nuestros partidos siempre han sido muy cercanos a las futbolistas”, apuntando que “será clave que los medios de comunicación sigan estando a nuestro lado, porque es la manera de llegar a más gente, a más aficionados. Y hay que seguir cuidando a los aficionados, que al final son de los que nos vamos a nutrir”.

La época del barro

Fe Robles, vicepresidenta de AFE y presidenta de su Comité de Fútbol Femenino, echa la vista atrás y recuerda que “en 2011 nació la Asociación Española de Jugadoras de Fútbol (AEJF), hicimos un congreso y AFE fue invitada, comprometiéndose a ayudarnos. En 2015 intercedió a favor de dicha asociación ante la RFEF para que la reconociera como sindicato representante de las futbolistas. En 2016, en su Asamblea Ordinaria, AFE aprueba afiliar a las futbolistas y dicha la AEJF se integra en AFE”.

Considera que “la sociedad es machista y le cuesta mucho asumir los cambios. Ha tardado en darle su espacio al fútbol femenino, pero AFE sí lo hizo desde hace tiempo. Ha sido un sindicato pionero en el mundo”. Las condiciones laborales ya no son las de antaño, “hemos pasado del barro a la hierba y nos ha costado mucho realizar esta transición. Se puede decir que hemos olvidado la época del barro y ahora estamos en la fase de pasar de la hierba al cielo”.

Incide en que “la diferencia en cuanto a los hombres es la profesionalización de las ligas, algo que se vio durante la pandemia. Ellos pudieron ejercer su profesión, pero ellas no”, y por ello pone en valor el trabajo realizado por AFE, que “se ha convertido en un ariete en esta lucha por la igualdad. Es un sindicato líder en esta lucha, con un convenio puntero que ha conseguido tantos derechos para las futbolistas. Un convenio que ya quisieran para sí en muchos lugares del planeta”.

Nuevos retos

Con el primer paso dado, AFE continúa trabajando para que las condiciones laborales de las futbolistas sean cada día más sólidas y justas. Por ello, la Asociación denunció el Convenio Colectivo para renegociar aspectos fundamentales, como explica David Aganzo: “La regulación de la jornada laboral, la parcialidad, subida de salarios y erradicación de cláusulas abusivas” serán cuestiones básicas en las que se centrará AFE próximamente.

AFE, por otra parte, ha seguido trabajando desde la firma del convenio para continuar reforzando el fútbol femenino y una cuestión fundamental es la profesionalización de la Primera División, diseñando una hoja de ruta para conseguirlo.

No sólo ha trabajado en ello con los organismos e instituciones involucradas en esta cuestión, ha seguido manteniendo contacto con las fuerzas políticas más importantes, destacando la reunión que una amplia representación de AFE mantuvo con la directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades en la que se abordó este asunto tan relevante.

Gracias a la presión de AFE, sus constantes iniciativas y reuniones de trabajo, el Consejo Superior de Deportes (CSD) se comprometió a profesionalizar la Primera División la próxima temporada. Otro objetivo marcado por la Asociación y que muy pronto será una realidad.

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