Javier Julià, David Ruiz y Chano: metodología defensiva

Los inicios del fútbol se remontan al siglo XIX, con equipos repletos de delanteros. La táctica no existía y todos corrían hacia la portería contraria. Poco a poco, los entrenadores diseñaron sistemas y metodología para cubrir el campo y proteger su portería. Día tras día, los defensas cobraron más importancia y fueron una posición vital para frenar al contrario. Hoy no solo se encargan de cortar el ataque rival, también se exige que participen en fase de creación de juego. Los laterales, además, son necesarios para sorprender en jugadas de ataque.

Javier Julià, David Ruiz y Chano, central, lateral derecho y lateral izquierdo, nos ayudan a comprender los conceptos futbolísticos y la metodología que debe seguir un defensa en todas las posiciones. Los conocimientos tácticos son vitales en la zaga.

Javier Julià, potencia defensiva

Javier Julià Redondo es un central de  mucha potencia física. El balear de 26 años destaca por ser “rápido en el corte”, ir bien en el juego aéreo y hacer “buenas permutas”, es decir, cubrir el hueco creado por su compañero en el centro de la defensa cuando este va a encimar al atacante rival.

El defensor cree que un futbolista de su posición “debe tener buena salida de balón, dar a ayudas a los laterales”, tanto defensivamente como en fase de transición. “Cuando das el pase al lateral, tienes que abrirte para que te la pueda devolver”, explica. Además, da mucha importancia a presionar al delantero, cubrir su marca y no dejarle ni un respiro. Así evita que pueda darse la vuelta cómodamente y que busque situaciones de disparo o de descarga a los extremos.

Polivalencia con el lateral

El centro de la defensa no es la única posición que ha ocupado Javi Julià a lo largo de su dilatada trayectoria en Tercera División. El futbolista también ha ejercido de lateral cuando el técnico lo ha requerido. Su potencia y resistencia física son la razón por la que recurrir a él en el lateral en caso de necesidad.

El balear explica que desde el lateral se antepone “como tarea principal defender”. Es polivalente, pero tiene mentalidad de central y siempre da una mayor importancia a evitar que el contrario genere ocasiones de gol. Una vez se haya asegurado el balón atrás, sí que sube “a doblar por banda o dar ayudas” a los extremos.

David Ruiz, formado en la escuela del Valencia

La cantera del Valencia es una mina de laterales. Los de la capital del Turia han sacado muchos de primer nivel. David Ruiz Pascual, quien estuvo durante 13 años en la cantera valencianista, revela los secretos de su formación. “Allí nos forman desde el balón. La mayoría de laterales somos de perfil ofensivo e intentamos equilibrar la faceta ofensiva con la defensiva”, relata.

Los conceptos formativos encajan con su perfil por la banda derecha. David Ruiz Pascual puede jugar tanto en el lateral como en el extremo. Es un futbolista que busca “aportar verticalidad y profundidad al equipo”. El valenciano destaca por el uno contra uno y el golpeo del balón.

Los tantos y la vocación ofensiva no despistan al futbolista. David Ruiz recalca que los laterales son zagueros y “hay que empezar por defender bien”. Esta es la prioridad y, a partir de ahí, “poder aportar al equipo ofensivamente en la medida de lo posible, pero siempre desde atrás”.

El fútbol y la fisioterapia

David Ruiz quiere avanzar en su carrera deportiva y prioriza el balón por encima de todas las cosas. El valenciano se siente un privilegiado por poder vivir del fútbol, algo que se ha ganado con mucho trabajo. Salió de la cantera del Valencia tras una lesión y se recompuso en el Atlético Albacete. Allí volvió a sentirse futbolista y brilló. Terminó la temporada con nueve goles.

Dos temporadas en tierras manchegas y de vuelta a la Comunidad Valenciana. Aquí, David Ruiz está más cerca de la Universidad. El lateral compagina su vida deportiva con su Grado en Fisioterapia. Quiere terminar la carrera para tener una alternativa o un plan para el día en que deje la actividad deportiva, pero esto no le lastra a la hora de buscar equipo. “Es el momento del fútbol. No tengo problema en apartar los estudios, siempre se pueden retomar”, sentencia.

Chano, el lateral nutricionista

Luis Abengózar Jiménez, más conocido como Chano, el mote de su familia en Alcázar de San Juan, es lateral izquierdo. Polivalente, puede ocupar posiciones de extremo. Se define como un futbolista “rápido, con buen centro y posicionamiento de balón”. Los centros laterales son una de sus mayores virtudes.

A lo largo de su carrera en clubes como el Gimnástico de Alcázar, el Toledo o el Silla, ha aprendido que un lateral siempre tiene “que dar apoyo por fuera” o doblar por dentro, “según marque la jugada”. En tareas defensivas le da prioridad al posicionamiento y las ayudas a sus compañeros.

No es casualidad que Chano emigrara de Castilla La Mancha a la Comunidad Valenciana. El lateral llegó a la provincia de Valencia para estudiar un grado superior en Dietética. También quiere sacarse la carrera de Nutrición.

Volver a sentirse futbolista

Chano llegó la pasada temporada a Paterna lleno de ilusión, pero en diciembre padeció apendicitis. El futbolista se operó, pero unas semanas después le dieron dos síncopes. Tuvo que estar una semana ingresado en el hospital mientras los cardiólogos le hacían pruebas. Llegaron a comunicarle que, si encontraban algo raro, tendrían que ponerle un marcapasos y se despediría del fútbol.

El lateral, en la cama y sin que los médicos pudieran encontrar una respuesta, se temió lo peor. Sin embargo, todas las pruebas fueron positivas y Chano ya se encuentra completamente recuperado. Ha superado todos los obstáculos mentales para poder volver a ser feliz con un balón en los pies.

Esa fue la razón por la que se apuntó a  las Sesiones AFE. Chano quiere “recuperar sensaciones en el partido” y demostrar su fortaleza mental. Ya ha disputado tres partidos y se encuentra bien y con ganas de seguir adelante.

Sesiones AFE, una experiencia para repetir

Ningún futbolista quiere estar sin equipo. Los jugadores se sienten vacíos si tienen que entrenar solos y con la ansiedad de la incertidumbre por el futuro. Las Sesiones AFE son una vía de escape y aprendizaje para ponerse en forma y mostrarse a los equipos en busca de un perfil apto para sus plantillas.

Esta situación es nueva para David Ruiz. Por primera vez en su carrera, es jugador libre. Terminó contrato y no encontró opciones que le gustaran. Se ha inscrito en las Sesiones AFE para mejorar físicamente y está sorprendido por “el nivel de los jugadores” y los entrenamientos.

No es así para Javier Julià, que repite este año. El central ya se inscribió el año pasado en la concentración de San Pedro del Pinatar y conocía la experiencia. “Aprendes mucho, te pones a punto de caramelo para estar en un equipo y avanzas físicamente”, declara. Ahora, espera equipo y no descarta una aventura internacional: “Salir fuera de España es una gran motivación”.