AFE cumple 47 años / Gerardo Movilla y un imparable viento de libertad
Exfutbolista y presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles entre 1988 y 2010, Gerardo Movilla González (Barcelona, 24/09/1951) fue uno de los protagonistas que vivieron en primera persona el nacimiento de AFE el 23 de enero de 1978. En el 47 aniversario de AFE, el exfutbolista y durante años máximo dirigente de la asociación evoca aquellos primeros tiempos en los que los jugadores unieron fuerzas para reivindicar unos derechos más que justos. Una lucha de la que hoy se benefician en España miles de futbolistas.
“Los primeros pasos que dimos fueron encaminados para tratar de ayudar y resolver todos los problemas que el fútbol tenía con los futbolistas como consecuencia de las normativas en vigor. Fue fundamental que entrara en vigor la Constitución, un nuevo, diferente y mejor escenario para cambiar esas normas”, empieza diciendo.
No puede olvidar “el día que se aprueban los Estatutos de AFE en una asamblea a la que asisten 700 futbolistas, con una primera junta directiva presidida por Joaquín Sierra Vallejo ‘Quino’ y en la que yo soy representante de los futbolistas de Canarias”.
Justicia
Echa la mirada atrás y recuerda “a muchos futbolistas. Había gente con sensibilidad de justicia, y no sólo de renombre, que apoyaron a AFE desde el principio. Grandes y pequeños se unieron en un objetivo común, defender los derechos y reivindicaciones que ya tenían publicadas UGT y CCOO en nuestro país. Jugadores que se enfrentaron a sus clubes y que apoyaron la huelga cuando llegó el momento”.
El futbolista estaba indefenso ante un sistema opresor. Como ejemplo, recuerda el expresidente de AFE que “en Primera División, cada 15 de mayo el contrato quedaba renovado automáticamente con un 10% de aumento de la ficha firmada. No podía haber traspaso…”. Con el paso del tiempo, “una de las gestas de AFE fue conseguir que pudieran negociar futbolistas y clubes en libertad de condiciones. Fuimos honestos con nuestros principios y sensibles con la clase trabajadora, cuyos interlocutores sociales eran UGT y CCOO”.
Amenazas
Recuerda que “la gran mayoría de los futbolistas sí tenía claro que era el momento de crear un sindicato, pensando en el futuro, para que sus contratos estuvieran garantizados con mejores normativas. Era necesario tener un sindicato que debía ser la voz de los futbolistas hasta las últimas consecuencias”.
No puede ocultar que “hubo problemas, las amenazas eran fuertes para que el futbolista no se inmiscuyera en el ámbito laboral a pesar de que la gente quería jugar al fútbol con unas garantías que no existían. Fue un viento imparable la creación de AFE. Sindicatos sudamericanos nos orientaron para ayudar a los futbolistas españoles. Tuvimos el apoyo unánime del colectivo de jugadores”.
“El espíritu de los futbolistas fue extraordinario, nos encontramos con auténticos campeones de la solidaridad y eso permitió convertir a AFE en un sindicato de referencia a nivel mundial”, enfatiza.
En cuanto a la opinión pública, dice que “unos apoyaban los nuevos tiempos y otros no. España era otra con la Constitución y con un Gobierno elegido democráticamente para bien de los/as españoles/as, algo que también debía tener reflejo en el mundo de los futbolistas”. Y es que hablamos de un colectivo “cuya vida laboral es de corta duración”, incidiendo en que “la primera reivindicación de AFE fue que el futbolista profesional fuera considerado como un trabajador por cuenta ajena”.
La primera huelga
Gerardo Movilla recuerda especialmente la primera huelga de los futbolistas, la conocida como ‘Huelga de las botas caídas’ del 3-4 de marzo de 1979: “Fue un éxito. Se obligó a viajar a los equipos, con la presión que ello conllevaba sobre los futbolistas. Pero el colectivo pensó que era ahora o nunca. Y fue ahora”.
De especial valor para Movilla es que “UGT y CCOO nos apoyaron al ciento por ciento y nos valoraron”, alabando que “el colectivo fuese capaz de parar una jornada de Liga en nuestro país. Posteriormente, alcanzamos con ellos algunos acuerdos y nos apoyaron en otras reivindicaciones”. También “recibimos cartas de colectivos de trabajadores que no conocíamos, trasladándonos su apoyo. Nos legitimó totalmente, reivindicar que éramos libres como trabajadores”.
“Cuando AFE apoyó una huelga general de trabajadores, CSD, Liga y RFEF estaban en contra de nuestra decisión. UGT y CCOO valoraron nuestra postura, porque éramos trabajadores por cuenta ajena, que siempre fue nuestra primera reivindicación”, explica.
La presión ejercida por diferentes instituciones fue incansable a lo largo de los años, como recuerda Movilla González: “Tuve varios debates en televisión con CSD, Liga y RFEF. Y estas instituciones siempre eran unánimes a la hora de ir en contra de una huelga de futbolistas”.
El ‘caso Bosman’ es inolvidable para Movilla, porque “ahí estuvimos Francia y España apoyando al futbolista. Su abogado vino a plantear el tema y AFE le trasladó que, si los futbolistas somos trabajadores por cuenta ajena, y así ya se nos consideraba aquí, le ayudaríamos. El 15 de diciembre de 1995, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló a favor de Bosman y desde ese mismo momento todos los conflictos relacionados con el caso desaparecen”. “Nos ganamos el respeto de todos los sindicatos del mundo porque se cambiaron las normativas en todos ellos”, apunta.
Afiliarse a AFE
¿Qué le diría sobre AFE a un/a futbolista que empieza su carrera deportiva? Movilla no vacila: “Que es una asociación que tiene una divulgación importante y que llega a todo el mundo. Le diría que el día que firme su primer contrato, vaya a la sede de AFE y se afilie, pues el sindicato tiene los instrumentos necesarios para que su contrato de trabajo sea respetado por completo, le va a responder de manera permanente a la hora de defender sus derechos laborales”.
“Conozco a muchas personas de la AFE actual y tengo buenos recuerdos. Personas que han demostrado tener principios”, ensalza el dirigente, que tiene claro que “el colectivo de futbolistas, a través de AFE, ha tenido trascendencia a nivel mundial. Somos una asociación de referencia y lo hemos sido desde el principio”. Para finalizar, y a modo de conclusión, Gerardo Movilla considera que “el diálogo social es importante y eso lo ha impulsado AFE. Con respeto, empatía y sin quebrar una relación de confianza entre las partes. AFE fue salvando muchas situaciones y nos llevó a una situación de privilegio en el mundo del deporte hasta hoy en día”.


